Para los entendidos en la materia el creador del tango moderno, ha adecuado este género a los nuevos tiempos y le ha incorporado elementos de jazz. Su particular manera de ejecutarlo lo ha hecho blanco de críticas, hasta el punto de que ha declarado que sus interpretaciones se deben ubicar dentro del género de la música urbana de Buenos Aires. La incorporación del jazz como elemento innovador se debe en gran parte a su amistad e integración con el artista norteamericano Gerry Mulligal. Esta combinación ha hecho que en la Argentina, su patria, la generación que llega hasta los 40 lo quiera y admire y los viejos tanguistas seguidores de Gardel, Santos Discépolo, Homero Manzi, lo sigan criticando.