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Prueba reina

26 de febrero de 2002

Hace unas semanas fue noticia la aparición de Chelsea Clinton en París en el desfile de alta costura de Donatella Versace. En ese entonces todos consideraron que su nueva imagen y el sentarse en primera fila en compañía de dos símbolos sexuales, como Gwyneth Paltrow y Madonna, eran la prueba de que la hija del ex presidente había entrado a la edad adulta. Pero lo que pocos notaron es que la verdadera prueba de que la niña creció es que durante su estadía en París estuvo acompañada de su novio, Ian Klaus, un joven norteamericano de 22 años que, al igual que ella, estudia en Oxford. Según algunos paparazzi y periodistas que se dedicaron a seguirlos los jóvenes dejaron por unos días los estudios en Londres y compartieron habitación en el Hotel Saint German des Pres.