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Que esperaban

19 de febrero de 2001

Jenna y Barbara Bush creyeron tenerlo todo fríamente calculado para poder tomarse un rico margarita. Esta vez ningún policía podía pescarlas in fraganti, como le había ocurrido a Jenna recientemente, porque tenían una identificación falsa para pasar por mayores de edad. Pero el plan fracasó y es que a las gemelas Bush sólo les faltó tener en cuenta un pequeño detalle: son las hijas del presidente de Estados Unidos y ese simple hecho ya las hace las niñas más conocidas del país. Y más en Texas, pues George W. Bush es originario de allí y durante dos períodos fue gobernador de ese estado, precisamente donde las gemelas decidieron violar la ley. Lógicamente el gerente del local, al igual que todos los que allí se encontraban, las reconocieron y llamaron a la policía. Si esperaban salir bien libradas de la situación… ¡qué ilusas!