Un Real imperio

El Real Madrid tiene otras reglas. El sábado pasado levantó la tercera copa consecutiva de la Champions League, un logro que solo se entiende si se considera que ningún otro club la ha ganado siquiera dos veces, y su técnico, Zinedine Zidane, ni tuvo tiempo de celebrar. En la rueda de prensa, los reporteros lo acribillaron con preguntas que ignoraban la emoción del momento, como si ganar la tercera corona fuera lo normal para el Madrid.

En efecto, tuvo que pasar los primeros minutos contestando sobre la permanencia en el club de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Y solo después dejó salir algo de emoción ese hombre que ganó una Champions como jugador en 2002, suma tres como técnico y usualmente parece de piedra en las conferencias de prensa. Le tomó lograr lo imposible para darse el lujo de parecer humano y permitirse hablar con voz quebrada. Sabía que a pesar de su racha tremenda como técnico, si no ganaba su trabajo no estaría asegurado. Y el jueves aprovechó estar en la cresta de la ola para renunciar.

Es que en el club más exitoso del mundo todo resulta atípico, hasta los problemas. Tendrá que agrandar el escaparate en el que exhibe sus Copas europeas y Champions League, el lugar más especial del museo que es posible visitar en su estadio Santiago Bernabéu por la módica suma de 25 euros. Su última ampliación ya se quedó corta para tantas copas. Suma 13, seis más que el A. C. Milán, que lo sigue desde un presente desinflado. Como club, el Madrid no puede haber llegado más alto en 2018, pues además de sumar otra Champions también se llevó el trofeo europeo en baloncesto, algo que ningún club había logrado. Ahora, ¿quiénes protagonizaron semejante gesta? SEMANA le presenta un recuento del reparto de esta historia irrepetible.

En video: El golazo de chilena de Gareth Bale en la final de la Champions

La billetera

No sería el imperio blanco sin un enorme músculo financiero, propiciado por el hombre que preside el club desde hace 18 años (con una pausa entre 2006 y 2009). Florentino Pérez lo sacó de una situación financiera delicada, lo ha convertido en una máquina de dinero y le devolvió su lugar en lo más alto. Pérez se mueve como pez en el agua en el mundo de los negocios, y desde 1997 también dirige la cuarta empresa de construcción más grande del mundo. Por sus labores frente a esta, la revista Forbes lo declaró el mejor CEO de España en 2017. Muchos le han criticado juntar sus dos negocios para sacar beneficios extras, pero en ambos le va bastante bien.

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A junio de 2017, poco después de ganar un quinto mandato al frente del club, el Real Madrid de Florentino valía 3.580 millones de dólares. Y sí, como suele hacerlo, el presidente armó una plantilla estelar de jugadores que, según la página Transfermarkt, vale poco más de 952 millones de euros. Pero ha aprendido sus lecciones: este triplete de títulos consecutivos se debe además a un proceso, a sumar talentos de la cantera a una base de estrellas adquiridas con su chequera, como Ronaldo, Bale, Toni Kroos, entre otros. No siempre esa manera de hacer las cosas es común en un equipo acostumbrado a romper el mercado año tras año.

La ayuda

La polémica rodea al Real Madrid, desde siempre y por siempre. Muchos malquerientes sostienen que el club merengue ha ganado todo con ayuda de la Uefa y de los jueces. En los sorteos, dicen que las balotas estuvieron convenientemente frías y en los partidos argumentan que el árbitro inclinó la cancha.

La suerte

Cuando no queda nada para argumentar, los enemigos apelan a atribuirlo todo a “la suerte del Real Madrid”. Este año, esa suerte se materializó en que el portero rival en la final, el alemán Loris Karius, regaló dos tantos absurdos: en uno, intentó despejar, pero se encontró de manos a boca con la pierna de un rival; y en el segundo, ante un disparo normal, puso las manos con la suavidad de un escolar. 

El timonel

Odiado en Colombia por su ambigua relación con James Rodríguez, al francés Zinedine Zidane poco se le puede discutir. Tomó decisiones arriesgadas y ganó. No es fácil ser técnico del equipo blanco, que tiene un historial de cortar fácilmente lazos con técnicos ganadores y además cuenta con una plantilla de millonarios que se sienten con derecho a jugar todas las veces. Manejar esos egos monumentales fue un reto titánico que terminó el jueves, cuando anunció que dejaba de dirigir al equipo blanco. Zidane, como pocos, se dio el lujo de renunciar al Real Madrid en sus propios términos.

Mística copera

El Real Madrid ha jugado 16 finales, entre Copa Europea (1955-1992) y Champions League (1992-presente): Ganó 13: 1956 - 1957 (en la foto, Raymond Kopa y Alfredo Di Stéfano levanta la Copa Europea) - 1958 - 1959 - 1960 - 1966 - 1998 - 2000 - 2002 - 2014 - 2016 - 2017 - 2018 Perdió 3: 1962 -1964 - 1981

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Las fichas

El ‘criminal’: el capitán Sergio Ramos, un defensor recio, no se disculpa con nadie y no teme ser el villano. Para muchos es el jugador más sucio del planeta, y ha sido un tormento para los seguidores del Atlético de Madrid a quienes victimizó en dos finales de Champions League. Hoy está en el ojo del huracán, tras la jugada de judoca en la que llevó al egipcio Mohamed Salah al piso, le dislocó un hombro y lo sacó a los 30 minutos del partido definitivo.

El discutido: desde que llegó, tras una gran actuación en Brasil 2014, a Keylor Navas lo han querido reemplazar. Pero el costarricense ha hecho oídos sordos al entorno y se dedicó a taparlo todo. El sábado pasado, en el mejor momento del Liverpool, hizo lucir fácil una atajada a un balón supersónico, y así apaciguó las aguas. Todavía lo quieren sustituir, pero ya cumplió con creces, y tiene más títulos europeos que el célebre Iker Casillas.

El gol de postal: el galés Gareth Bale ha demostrado grandes virtudes desde que llegó por 100 millones de euros en 2013, pero su propensión a las lesiones disminuyó su protagonismo. El sábado, en el que probablemente fue su último juego con la camiseta blanca, marcó un gol impresionante en un momento definitivo. Rompió el empate a 1, y dejó en vilo las posibilidades de un rival golpeado.

El ególatra: a pesar de las críticas y de las grandes expectativas, el referente número uno del club blanco apareció en los momentos clave. Cristiano Ronaldo puede ser un narciso engominado al que la gente odia, pero también lo que el Real Madrid pagó por conseguir. Una figura que no se marea con el constante asedio de la prensa, y que ya suma cinco Champions League (una más que Lionel Messi). Amenaza con partir, pero tiene contrato con el blanco hasta 2021.