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ROMEO Y JULIETA

James Carville y Mary Matalin, asesores de la campaña presidencial de Clinton y de Bush, son hoy marido y mujer. Ellos cuentan en un libro cómo su amor sobrevivió a la batalla política.

22 de agosto de 1994

JAMES CARVILLE ES hoy uno de los más importantes asesores políticos de Washington. Su esposa, Mary Matalin, es una prestigiosa presentadora de televisión. Pero hace dos años, James y Mary eran dos enemigos en la arena política. El, furibundo demócrata, era el estratega de la campaña de Bill Clinton. Y ella, acérrima republicana, era asesora de campaña del entonces presidente George Bush. A pesar de tener una relación sentimental, sus ideologías los colocaron en bandos distintos. Esto los llevó a ser conocidos como 'el Romeo y la Julieta' de la política estadounidense. En noviembre pasado, James y Mary vencieron los malos pronósticos tejidos en torno de su relación y contrajeron matrimonio. Ahora están a punto de ganar un millón de dólares por la publicación de sus memorias sobre la campaña presidencial de los Estados Unidos en 1992.

Aunque las cosas ya han bajado de tono, James Carville y Mary Matalin siguen viviendo una relación conyugal marcada por el bipartidismo. El es la estrella en los círculos políticos de Washington y ella, la vedette de Equal Time, uno de los más polémicos programas de opinión en la televisión estadounidense. Y así como durante la campaña ambos se destacaron por sus fuertes ataques a sus oponentes, ahora, en ocasiones hablando de política, cada uno se ha referido públicamente al otro en forma poco amigable. Pero esto en nada afecta -según dicen ellos, su matrimonio-. No en vano su romance se gestó en un campo de batalla.

En 1991, Mary Matalin leyó un discurso de James Carville en un periódico neoyorquino. Entonces quiso conocerlo. Poco después tenían su primera cita. El nunca se había casado y ella estaba separada por segunda vez. El tenía fama de excéntrico y ella de dama de hierro. Luego vino la campaña, y el fuerte compromiso de cada uno con su candidato. "No podíamos hablar acerca de lo que cada uno estaba haciendo", dice Mary, cuya estrella empezó a brillar por sus ataques a Clinton. El, conocido como un político salvaje, no se quedó atrás. El enfrentamiento les trajo la celebridad.

Ahora, con el vertiginoso ascenso de sus carreras, James Carville y Mary Matalin son el centro de las reuniones de los altos círculos de Washington y lo disfrutan, aunque él pase más tiempo en la Casa Blanca que en su hogar y ella más días en Nueva York que en Washington. "Yo he aprendido más acerca de James, leyendo entrevistas, que hablando con él", dice Mary irónicamente. Pero la ironía es algo que los une. "Si Dios hubiera querido que estuviéramos juntos todo el tiempo, nos habría hecho a ambos demócratas", dice James filosóficamente.