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SACANDO PECHO

Por culpa de una mastectomía mal recomendada la modelo y fotógrafa Matuschka ganó un <BR>juicio por 2,2 millones de dólares.

17 de mayo de 1999

En 1991 la vida de Joanne Motichka, mejor conocida como Matuschka, dio un giro de 180
grados. Ese año la célebre modelo y fotógrafa, que se había ganado un nombre en el ámbito internacional
gracias a sus artísticos desnudos, se enteró por boca de su ginecólogo Hiriam Cody que el temido cáncer que
había acabado con su madre se ensañaba ahora contra ella. Atormentada por la trágica historia familiar
Matuschka decidió atacar el mal de raíz y por sugerencia de su médico se sometió a una delicada operación.
Dos semanas después de haber sido diagnosticada la bella modelo se recuperaba en el hospital de una
mastectomía del seno derecho. En lugar de deprimirse su nueva condición la inspiró para seguir trabajando y
a través de sus desnudos buscó la manera de representar artísticamente la belleza que existe en el cuerpo
mutilado. La fuerza de su obra cautivó a los activistas, quienes vieron en ella el símbolo más puro de la lucha
contra el cáncer de seno. Los premios y reconocimientos no se hicieron esperar e incluso una de sus
fotografías, Beauty out of damage (que acompaña este artículo), fue portada en el New York Times Magazine
y le valió una nominación al Pulitzer en 1993.Pero Matuschka no sólo se centró en la faceta artística. Su
trabajo como activista le permitió conocer de primera mano los últimos tratamientos contra el cáncer. De esta
forma descubrió que, en su caso, la enfermedad se habría podido tratar sin necesidad de extirpar el seno.
Según sus averiguaciones, la sola remoción del tumor y unas sesiones de radioterapia habrían sido
suficientes para acabar con el cáncer. Ante la contundencia de los hechos la modelo confrontó al doctor Cody,
quien sostuvo que el método empleado había sido el apropiado. No contenta con la explicación Matuschka
consiguió una copia de su informe patológico original y pidió una segunda opinión. Los oncólogos
consultados le confirmaron sus sospechas y en 1994 instauró una demanda legal contra el médico.El mes
pasado un jurado de Nueva York falló a su favor y sentenció al doctor Cody a pagarle una indemnización de
2,2 millones de dólares, suma que no es suficiente si se tiene en cuenta el daño físico y emocional que
sufrió por la operación. A los 45 años Matuschka sabe que ninguna prótesis la hará escapar de esa realidad
que cada día se manifiesta ante el espejo y por eso lucha para que el mundo no olvide la impresionante
crudeza del cáncer y, por supuesto, la imprudencia de algunos médicos.