Separación amistosa

La semana pasada, el diseñador colombiano Esteban Cortázar, de 25 años, confirmó una noticia de la que se venía hablando hace varios meses: su salida de la casa de modas francesa Ungaro, de la cual era el director creativo. Según le contó Cortázar a SEMANA, "hubo un desacuerdo frente a una estrategia de mercadeo. No estábamos hablando el mismo lenguaje en como veíamos la marca".
 
La principal diferencia se debió a la posibilidad de vincular a la actriz Lindsay Lohan a Ungaro como consultora creativa. "Yo no tengo ningún problema particular con Lohan -explica-. Pero no estuve de acuerdo con el concepto que tenían de traer una celebridad que yo no hubiera escogido para que fuera parte de mi proceso creativo. Eso va en contravía de mi carrera".
 
A pesar de la separación, Cortázar admite que su ruptura con Ungaro fue en los mejores términos, agradece la oportunidad que tuvo con esa casa y reconoce que haber trabajado en París por más de dos años dejó en él una gran enseñanza: "La llegada a esta ciudad fue todo para mí. Me abrió los ojos, me marcó como diseñador y tomé la moda más en serio que antes". Ahora el colombiano, que a su corta edad ha logrado importantes éxitos como diseñador, espera tomarse unas vacaciones, para comenzar en septiembre a estudiar nuevas ofertas. Una sola cosa tiene clara: quiere quedarse un tiempo más en la capital francesa.