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SERENATAS PARA EL NOVIO

2 de enero de 1995

NO HAN SIDO POCOS LOS COMENTARIOS QUE HA SUSCITADO LA formalidad con que se celebró la boda de ANTONIO NAVARRO Y MARCELA BUSTAMANTE. Sin embargo el único detalle que no correspondió a la etiqueta de las bodas fue que, en lugar de ser la novia quien recibió las serenatas la víspera del matrimonio, fue Navarro. Al regresar a su casa, después de la noche de regalos, el alcalde electo de Pasto fue visitado por amigos y admiradores que le iban ofreciendo serenatas con mariachis, tríos y coros. Sus amigos cuentan que en total fueron 11 las serenatas que recibió entre las 12 de la noche y las cinco de la mañana. Como Navarro debía guardar reposo por su reciente operación, sólo pudo -como cualquier novia tímida- asomarse a la ventana.