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SOLA POR ELECCION

13 de junio de 1994

SER FAMOSA DEFINITIVAMENTE NO ES fácil. La prueba de ello es Amparo Grisales, cuyo romance con el samario Ricardo Dávila, que se anunció hace cinco años con mucho ruido, llegó a su fin. En aquella época la pareja, como todo noviazgo que comienza, pregonaba que su amor iba a durar para siempre. Lo cierto es que pasaban mucho tiempo separados por los múltiples compromisos profesionales de Amparo, y cuando Dávila le manifestó que estaba cansado con este ritmo, pues no permitía llevar la vida doméstica que él quería, de común acuerdo resolvieron que era hora de terminarlo todo. Por ahora, aunque el rompimiento fue triste pero cordial, no hay reconciliación a la vista, y Amparo, que está otra vez sola, parte en una gira de trabajo hacia Grecia y Turquía.