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C O N C U R S O

Sólo para héroes

Dieciséis personas concursan para llevarse 200 millones de pesos en la versión colombiana de uno de los programas de televisión más exitosos en el mundo.

8 de octubre de 2001

Por un millon de dólares, ¿cuántas personas serían capaces de cazar y comer ratas, caminar sobre carbones al rojo vivo o matar un cerdo ante la mirada de miles de personas? Al parecer 49.000 estadounidenses. Ese fue el número de solicitudes presentadas al canal CBS para participar en la versión norteamericana de Survivor, un programa concurso que hizo a los espectadores testigos de las aventuras que en una isla sin ningún tipo de comodidad vivieron 16 participantes seleccionados en su lucha por ganar el codiciado premio. Por 100.000 pesos argentinos (equivalentes a 100.000 dólares) 100.000 personas también estaban dispuestas a someterse a semejantes retos.

El éxito de esta producción ha sido rotundo en todo el mundo. Prueba de ello no son sólo la gran cantidad de inscritos sino el rating. En Estados Unidos 58 millones de personas vieron el capítulo final del primer Survivor y se convirtió en el programa más visto en la historia de la televisión norteamericana. Durante esa emisión las empresas que pusieron al aire comerciales tuvieron que pagar 600.000 dólares.

Ahora el turno es para Colombia. Con el nombre de Expedición Robinson llega al país luego de que el canal Caracol le comprara la franquicia a la productora británica Pearson, dueña de los derechos del concurso. Tentadas por los 200 millones de pesos que recibe el ganador, 25.000 personas se inscribieron en una semana, superando el número de aspirantes que hubo en Argentina para la primera emisión de la expedición, donde se presentaron 6.500 personas, y a las 10.500 inscritas en Venezuela. Estos son los dos únicos países de América Latina que hasta ahora habían presentado el programa.

El concurso se transmite por temporadas. En Colombia se tiene previsto emitir semanalmente un capítulo de las aventuras de los 16 participantes. Serán aproximadamente cuatro meses en los que los colombianos verán cómo se las arreglan para superar todas las pruebas, que van desde tener que cazar para comer, prender fuego en medio de la humedad y construir un nuevo hogar hasta participar en diferentes competencias que hacen parte del concurso. Para los participantes serán siete semanas en las que día y noche lucharán por ser los mejores Robinson mientras las cámaras captarán cada uno de sus movimientos.

La expedicion

“Lo que el programa busca es promover valores como la tolerancia y, ante todo, el trabajo en equipo”, afirma Jorge Roa, uno de los productores ejecutivos del proyecto. Sus palabras contradicen la opinión de algunos sicólogos y televidentes, que afirman que este y todos los Reality Shows suscitan el morbo al transmitir la intimidad de los concursantes.

Al respecto Roa asegura que una de las condiciones consiste en que, por más cámaras que haya, la intimidad de los participantes será respetada. Las reglas del juego para los concursantes son aún más difíciles de cumplir. Sólo pueden llevar a la isla un objeto personal y una muda de ropa. Los únicos ‘lujos’ que les proporcionará el equipo de producción serán papel higiénico, toallas higiénicas, unos cuantos preservativos, bloqueador solar, repelente contra insectos y agua, la cual encontrarán en su isla por medio de planos únicamente. No se les darán jabón, ni desodorante, ni cuchillas de afeitar, ni pasta dental.

El primer destino de los participantes es la isla sede: Bocas del Toro, en el Caribe panameño, muy cerca de la frontera con Costa Rica. Ahí fueron organizados dos equipos de ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres en cada uno. Estos fueron equilibrados de acuerdo con las habilidades de los participantes. Aunque los televidentes verán próximamente las escenas, los concursantes ya comenzaron la aventura. Los dos grupos están ubicados en islas diferentes, donde encontraron un cofre con unos pocos elementos esenciales para iniciar la odisea: una pequeña ración de comida compuesta por una botella de aceite de 500 gramos, una libra de arroz, un par de latas de atún, una libra de harina y una de garbanzos, que bien distribuidas alcanzan para tres días. Para construir sus rústicas viviendas se podrán ayudar con un hacha, un machete, una soga y navajas.

Aunque vivir en estas condiciones ya es una difícil prueba los participantes deberán viajar constantemente a otra isla para enfrentarse a duras competencias de resistencia física y de cooperación que serán explicadas por Margarita Rosa de Francisco, la presentadora del programa. El grupo ganador de cada reto recibirá los llamados premios de bienestar, que pueden ir desde fósforos y plástico para mejorar el refugio hasta pollos que deben matar para cambiar el menú imperante en la isla: plantas, culebras, iguanas, pescados y cocos. Además el grupo ganador recibe la inmunidad, lo que significa que ninguno de sus integrantes tendrá que abandonar la expedición. Pero el equipo que pierda tiene que viajar a otra isla con el fin de realizar un consejo para que sus integrantes voten por quién debe retirarse.

Y así cada vez se van reduciendo los grupos hasta que en total sólo quedan 10 concursantes. Es entonces cuando inician las pruebas individuales. Cada ganador recibe, como en las anteriores, la inmunidad. Finalmente, y después de 49 días, se escoge al Robinson, que vuelve a su casa con 200 millones de pesos y el recuerdo de una inolvidable experiencia.

Los protagonistas

Entre los 16 aspirantes a Robinson hay de todo: mujeres cabeza de familia y amas de casa como Ledys y Selene. Hay también personas que han tenido una vida difícil como la de Marlon, quien sacó a su familia de las comunas de Medellín con su trabajo. Hay una ex reina de belleza y un modelo, que son Anny y Ramón. Hay quienes han sabido disfrutar su soltería, como Selene y Rafael, y los que tienen mucho que enseñar porque los años les han dado la experiencia, como Rosina y Mauricio. Pero también los hay muy jóvenes, como Luisa Fernanda, Lorena y Catalina. Un comerciante, un militar, un matemático y un auxiliar de latonería completan el grupo. Se trata de Goyo, Luis Miguel, Pedro Luis y Rolando, respectivamente. Y aunque todos son muy diferentes y representan los distintos estereotipos de la sociedad colombiana tienen algo en común: son luchadores y por eso fueron escogidos después de muchas pruebas físicas y sicológicas.

Ellos ya están preparados para lo que sea: recibieron instrucciones para no afectar el ecosistema, así como para saber qué pueden comer. Aprendieron también sobre primeros auxilios para actuar apropiadamente en caso de fiebre, diarrea, cortadas, picaduras o fracturas, los males más frecuentes durante la expedición. Aun así el canal se encargó de asegurarlos y fueron vacunados contra la fiebre amarilla.

Sin ayuda de libretos Expedición Robinson será un drama de la vida real y los 16 serán los propios guionistas y protagonistas de una historia que mostrará que es posible vivir sin comodidades pues, como afirma Marlon, “sobrevivir no es que lo pongan a uno en una isla a aguantar hambre. Sobrevivir es esto… la vida”.