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'TAPITA' AL RUEDO

El inminente retiro de Luis Alberto Moreno del Ministerio de Desarrollo es la esperada señal de arranque de la campaña de Andrés Pastrana.

7 de febrero de 1994

CUANDO LUIS ALBERTO MORENO llegó, recomendado por un amigo de la casa Pastrana, a gerenciar el Noticiero TV Hoy, la química entre él y Andrés Pastrana Arango, director del informativo, se manifestó de inmediato. Parecían haberse encontrado dos figuras absolutamente complementarias: el uno, un delfín metido a periodista que no ocultaba sus aspiraciones de aprovechar pronto la herencia política de su padre, el ex presidente Misael Pastrana; el otro, un hábil administrador picado por el virus del manejo de la estrategia y la imagen de un político. "Eran como Batman y Robin, como don Quijote y Sancho", recuerda un amigo común.
La llave funcionó cuando Pastrana lanzó, en 1987, su candidatura para la primera elección popular de alcalde de Bogotá. Meses antes de hacerlo, y por consejo de Moreno, el joven delfín había asumido personalmente la presentación del noticiero, gracias a lo cual llegó todas las noches a millones de televidentes, y a la hora de arrancar su campaña era ya el candidato con mayor reconocimiento del público, algo que, si bien no lo es todo en política, es la base sin la cual es imposible ganar.
Desde entonces la gente comenzó a hablar de 'Tapita' -apodo que se ganó Moreno por su bajísima estatura- como el hombre detrás de Andrés Pastrana. Lo siguió siendo, incluso durante los días aciagos del secuestro de Pastrana por el cartel de Medellín, y sobre todo después, durante la alcaldía. Allí le aconsejó evitar la dispersión de esfuerzos en enfrentar todos y cada uno de los problemas de Bogotá: por ello Pastrana concentró su tarea en causas tan concretas como las basuras, los huecos y el agua potable. Algo similar aspira a hacer en su competencia por la Presidencia, que pretende ser alzo así como la blitzkrieg de Hitler, campaña relámpago en la cual Moreno desempeñará el papel de Goebbels cuando se retire del Ministerio de Desarrollo al finalizar esta semana y asuma la conducción política y de imagen de la candidatura, en un equipo que completarán Hernán Beltz -a cargo de conseguir fondos- y Claudia de Francisco, a cargo de la parte administrativa.
Pero, en justicia, Moreno no ha sido sólo el número dos de Pastrana. Su paso por el Ministerio confirmó sus propias dotes, al manejar con éxito a la clase empresarial en los agitados tiempos de la apertura económica. Ahora tendrá que pasar de los salones de la empresa privada a untarse de pueblo en la plaza pública, en el mayor desafío que él y su jefe hayan asumido nunca.