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Para Giselle y la Toya es sorprendente la capacidad de estas comunidades para levantarse después de la tragedia. “Han logrado reconstruir gran parte de sus pueblos”, | Foto: JET-SET

SOCIEDAD

Las modelos que se unieron para apoyar a los indígenas afectados por los incendios en la Sierra Nevada

Amigas, costeñas y con el espíritu altruista que siempre las ha definido, nadie mejor que Toya Montoya y Giselle Lacouture para liderar la campaña Una mano a la Sierra, con la que buscan ayuda para las comunidades afectadas por las conflagraciones. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.

9 de mayo de 2019

Hace más de un mes Giselle Lacouture terminaba de grabar El hermano menor, un reality del canal Telecaribe, cuando se enteró de los fuertes incendios que consumieron más de mil hectáreas de bosques de la Sierra Nevada de Santa Marta.

“Acababa de compartir con la comunidad arhuaca y sabía de la relación especial que tienen con el fuego, pues durante 15 días siempre fue el centro de nuestras reuniones. Ver que se convertía en un peligro me impactó”, recuerda una de las más queridas exreinas del Carnaval de Barranquilla, casada con el productor musical Jose Gaviria.

“Hace tiempo queríamos hacer algo juntas por este territorio y este fue el momento perfecto de unir fuerzas para darle visibilidad a esta tragedia que afectó a más de 200 familias”

Convencida de que debía hacer algo, buscó la forma más sencilla para motivar a la gente a donar. Entonces contactó a su amigo, Simón Borrero, el CEO y cofundador de la aplicación Rappi. “Le dije que estaba haciendo una campaña con la Toya, aunque ella no lo sabía –dice entre risas–. Cuando me dieron el sí, la llame de inmediato”.

Ellos no solo crearon un botón especial para que la gente pudiera dar un aporte que va desde cinco mil pesos, sino que además su equipo creativo se encargó del diseño visual. La gráfica que enviaron como primer boceto les encantó tanto que de allí surgió el nombre.

La respuesta de su amiga fue positiva. Las dos siempre han sentido una conexión especial con las comunidades que habitan la Sierra y su ecosistema. “Hace tiempo queríamos hacer algo juntas por este territorio y este fue el momento perfecto de unir fuerzas para darle visibilidad a esta tragedia que afectó a más de 200 familias”, asegura María Victoria “la Toya” Montoya, modelo y presentadora.

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En cuestión de días, personalidades del arte y el espectáculo, como Pilar Castaño, Carolina Guerra, Andrea Noceti, Carolina Cruz y Daniella Batlle, se unieron a la causa e hicieron viral la campaña en las redes sociales. “Estamos muy agradecidas con ellos, es lindo poder influenciar con algo positivo y juntarnos para hacer cosas importantes”, comenta Giselle.

Sin embargo, para la Toya aún queda mucho por hacer. Dice que, aunque una gran cantidad de personas se pusieron la mano en el corazón para darle “una mano a la Sierra”, la mayoría de los colombianos no conocen la importancia de la labor de los indígenas, a quienes respeta por ser los guardianes de los recursos naturales de ese imponente conjunto de montañas que ocupa los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar, declarado por la Unesco, en 1979, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad.

“Estamos dormidos esperando a que las soluciones lleguen solas. Como miembros de la sociedad civil debemos involucrarnos de manera activa para frenar este tipo de desastres”. Ella lo tiene claro: “Podemos comenzar por cambiar la manera de relacionarnos con lo que nos rodea, nuestros hábitos y cómo consumimos frenéticamente. Lo que ocurre en la Sierra, en la Amazonía, en los páramos y en los nevados, nos afecta a todos por igual”.

Para ambas es sorprendente la capacidad de estas comunidades para levantarse después de la tragedia: ya lograrón reconstruir varios pueblos.

A lo que Giselle complementa: “La Sierra, para los cuarto pueblos indígenas que la habitan, es el corazón del mundo. Y aunque suene idealista, si supiéramos lo que significa para nosotros y para nuestras vidas, no la tendríamos tan subvalorada. Allí nacen algunos de los más importantes manantiales, que no solo representan el agua que podemos tomar, sino que riega amplias zonas de cultivos bananeros, de algodón, palma africana, arroz y cacao”.

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Llegar a la zona afectada no fue fácil para ellas. Pero tuvieron como aliados a los integrantes de la organización Gonawindúa Tayrona, quienes trabajan desde hace más de veinte años con los hijos mayores de la madre espiritual: los pueblos kággaba, iku, wiwa y kankuamo.

La documentación de la situación es extensa y junto con Mauricio Blanco, su director, les hemos hecho seguimiento a las necesidades y a los progresos en las zonas afectadas”.

Para Giselle y la Toya es sorprendente la capacidad de estas comunidades para levantarse después de la tragedia. “Han logrado reconstruir gran parte de sus pueblos”, asegura la modelo.

“Ellos son autosuficientes y a la semana ya estaban reconstruyendo sus casas. Pero como se les quemó todo, ahora nos necesitan para volver a empezar”, explica Giselle.

Con la convicción de que están haciendo bien la tarea, cada una seguirá adelante con sus proyectos.

“Me vine a Santa Marta hace un año a conectar nuevamente con mis raíces. Aquí estoy feliz, llena de vida y trabajando en lo que mueve mi alma: los niños y las comunidades indígenas. Además, sigo participando como modelo en diferentes proyectos y espero pronto contarles sobre un espacio donde encontrarán todo aquello que me identifica y que ojalá todos pudiéramos compartir”, asegura la Toya.

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Por su parte Giselle, quien vive en Miami hace más de cinco años, tuvo en abril uno de los meses más ocupados, pues no solo retomará su carrera musical; el lunes 22 de abril salió al aire El hermano menor.

“Fue la primera vez que los arhuacos abren sus puertas, sus corazones y su sabiduría a un proyecto televisivo”. En este reality siete parejas, de cada departamento de la región, se enfrentarán a pruebas creadas, dirigidas y juzgadas por ellos mismos. “Esta experiencia me enamoró aún más de la cultura de nuestros ancestros”, concluye.

* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set