Puente Piedra no se despide

Este sábado, con una novillada, se pone punto final a la temporada taurina de Bogotá. Seis novillos de Mondoñedo serán lidiados por los colombianos Guillermo Valencia y Andrés Manrique, así como por el peruano Joaquín Galdós. La terna hará el paseíllo en la plaza de toros Marruecos, de Puente Piedra (Cundinamarca), el ruedo que durante tres años se convirtió en la alternativa de los aficionados bogotanos luego del cierre de la plaza de Santamaría, decretado de forma irregular por el exalcalde Gustavo Petro.

El festejo servirá de colofón a una temporada exitosa. La plaza se llenó en las dos corridas de toros previas, organizadas por el ganadero Gonzalo Sanz de Santamaría y un grupo de jóvenes de las Universidades el Rosario y Los Andes que se empeñó en mantener viva la tradición taurina a pocos kilómetros al occidente de la capital.

La temporada tuvo un triunfador absoluto. El torero colombiano Luis Bolívar, que en la segunda de abono cortó tres orejas a un encierro de Guachicono. Fue el único diestro en salir a hombros por la puerta grande, por lo que el trofeo oficial parece estar escriturado con su nombre.

En la primera corrida, el triunfador fue el sevillano El Cid, que cortó una oreja a los toros de Mondoñedo. Pero eso día quien se llevó el cariño y admiración del público fue el peruano Roca Rey, quien demostró por qué es considerado el nuevo fenómeno del toreo mundial.

La novillada de este sábado también tiene varios alicientes. Guillermo Valencia, aquel niño torero que cautivó a la afición de la plaza de toros de Santamaría en el 2010, ya se ha convertido en maduro torero que busca su alternativa. Probablemente, si la plaza de toros de Bogotá estuviera habilitada, la estaría recibiendo por estos días. El año pasado sorprendió a la afición de Madrid.  

El peruano Galdós quiere recorrer los pasos de su paisano Roca Rey, por ejemplo, el año pasado debutó en Madrid y cortó una oreja. Andrés Manrique fue uno de los revolucionarios novilleros que se encadenaron y aguantaron hambre por más de dos meses en la plaza de Santamaría, en protesta por el cierre de la plaza.  

Este festejo sería el último del exilio de los aficionados capitalinos, pero no significa que sea el último de esta plaza que se convirtió en alternativa a la plaza de toros de Bogotá.

La plaza de Puente Piedra, en concepto del ganadero Gonzalo Sanz, podría albergar corridas puntuales cuandose vuelva a abrir la plaza de Santamaría. Por ejemplo, dice que podría ser el escenario de una corrida de triunfadores de las temporadas colombianas en marzo, o de los mejores colombianos a mitad de año. Incluso podría ser una especie de ‘Vistalegre’, esa plaza alterna a Las Ventas de Madrid. Por eso, los aficionados a los toros dicen que a Petro le pudo haber salido ‘el tiro por la culata’, pues quiso cerrar la plaza de Santamaría, pero esa decisión le dejó una segunda plaza de toros a la capital. Por eso, Puente Piedra no se despide.