El tesoro en la cocina

Un bodegón de Paul Gauguin valorado en 48 millones de dólares duró 39 años colgado en la pared de una cocina. Su dueño, un trabajador de la Fiat en Turín, lo adquirió por solo 70 dólares, junto con otra pintura de Pierre Bonnard, en 1975. Los cuadros habían permanecido en la sección de objetos no reclamados de una estación de tren y para deshacerse de ellos las autoridades los vendieron en una subasta. En ese momento nadie sospechaba que las obras fueran originales y el desprevenido comprador, de quien no se conoce la identidad, decidió ubicarlas en su cocina. Ahí, quizás, habrían permanecido muchos años más de no ser porque su hijo, un estudiante de arquitectura, vio los mismos cuadros en un libro de arte. En seguida contactó a varios expertos para certificar su origen y esta semana la Policía italiana anunció el hallazgo. Según explicó el ministro de Cultura, Dario Franceschini, las pinturas pertenecían originalmente a una pareja de coleccionistas en Londres. Se cree que una banda de ladrones robó las obras en 1975 y en su camino a Italia, justo en la frontera, las abandonaron. Hoy los Carabinieri están buscando a la familia de los verdaderos propietarios para devolverles su tesoro olvidado.