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Estados Unidos rindió su homenaje final a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, en una solemne ceremonia en la catedral nacional de Washington este jueves a la que asistieron altos cargos de la NASA, compañeros astronautas y familiares, entre otros. | Foto: AFP / Mandel Ngan

MUNDO

Una ceremonia en EE.UU. rinde homenaje final al astronauta Neil Armstrong

Se trató de un acto sobrio, con presencia de excolegas, familiares y miembros del gobierno estadounidense en el que se exaltó la memoria del primer hombre que pisó la Luna.

14 de septiembre de 2012

Estados Unidos rindió su homenaje final a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, en una solemne ceremonia en la catedral nacional de Washington este jueves a la que asistieron altos cargos de la NASA, compañeros astronautas y familiares, entre otros.

"Neil Arstromg dejó mucho más que sus huellas en la Luna, inspirará a las generaciones futuras con su espíritu de descubrimiento, su modestia, su liderazgo, para crear una nueva dirección en la exploración espacial", declaró el máximo responsable de la NASA, Charles Bolden, citando una carta del presidente Barack Obama que entregó a la familia del astronauta.

"Las huellas que dejó en la superficie de la Luna y en la historia de la humanidad solo serán igualadas por la extraordinaria marca que imprimió en el corazón de los estadounidenses", continuó la carta.

La sobria conmemoración, de poco más de una hora, empezó con gaiteros, que encabezaron una procesión de los parientes a través de la iglesia repleta de gente, a la que siguió la guardia de honor de la marina estadounidense, que rindió su homenaje especial al que fue uno de sus miembros antes de incorporarse al programa espacial.

Armstrong dio "el primer pequeño paso en un mundo más allá del nuestro, pero fue su valentía, la gentileza y la humildad que mostró a lo largo de su vida las que lo elevaron más allá de las estrellas", afirmó Bolden sobre el astronauta, fallecido el 25 de agosto a los 82 años.

"El liderazgo de Estados Unidos en el espacio y la confianza en que podemos aventurarnos más allá de lo desconocido permanece entre los logros de Neil y los valientes hombres que le acompañaron", continuó.

"Nadie, nadie, podría haber aceptado la responsabilidad de su extraordinaria hazaña con más dignidad y gentileza que Neil Armstrong", afirmó visiblemente emocionado Eugene Cernan, el último hombre en pisar la Luna en 1972.

"Él representa todo lo bueno de Estados Unidos", añadió.

Cernan, que calificó a Armstrong de buen amigo, afirmó que el astronauta de Ohio nunca quiso ser el protagonista de su logro.

"Nunca se trataba de él, siempre iba sobre ti, sobre nuestros padres o madres, nuestros abuelos, sobre la generación anterior que ofreció a Neil esta oportunidad para hacer de la Luna su casa", afirmó.

--Kennedy presente con un discurso de hace 50 años--

Michael Collins, su compañero de tripulación en la misión Apollo 11, que pilotaba la nave espacial y que permaneció a bordo de la misma, fue el elegido para conducir las oraciones, mientras que Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la Luna, y el exsenador John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra, se encontraban entre las primeras filas de asistentes.

Una orquesta de la Marina y la cantante de jazz Diana Krall, junto al coro de la catedral, amenizaron la ceremonia.

Un extracto de un célebre discurso grabado hace 50 años por el entonces presidente, John F. Kennedy, sobre la conquista del espacio recordó a los asistentes que Estados Unidos se comprometió a ir a la Luna y a realizar otros logros para ganar la carrera espacial de la guerra fría "no porque es sencillo sino porque es difícil".

La retransmisión televisiva en blanco y negro de la primera caminata de un hombre en la Luna, el 20 de julio de 1969, fue vista por unos 500 millones de personas, según estimaciones.

"Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad", fue la frase que pronunció entonces Armstrong y que lo inmortalizó para siempre.

El astronauta creció en una zona rural de Ohio, fue condecorado por 17 estados y recibió una gran cantidad de honores estadounidenses, pero nunca se sintió cómodo con la fama y se mantuvo durante su vida alejado de los focos.

La ceremonia pública en la Catedral de Washington, donde se encuentra la famosa vidriera del espacio, que alberga una roca lunar traída de su misión espacial por Armstrong y Aldrin, se produce dos semanas después de un reducido funeral privado ocurrido el 31 de agosto que reflejó la naturaleza extremadamente íntima de Armstrong.

El presidente Obama dio la orden de que las banderas estadounidenses ondearan ese día a media asta.

Los restos del capitán del Apollo 11, que murió de complicaciones derivadas de una intervención cardíaca, será lanzados al mar el viernes según declaró un portavoz de la familia.
 
AFP