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VANIDAD POLITICA

8 de julio de 1996

La representante a la Cámara Maria Paulina Espinosa de López no sólo se ha preocupado por su imagen en los debates del congreso sino también fuera de ellos. Todos los días su peluquera Elvira Márquez va hasta su propia oficina y la peina antes de salir frente a la cámaras de televisión. A pesar de su interés por su look, la Pum Pum no pierde un minuto del desarrollo del proceso 8.000 y entre una y otra cepillada revisa sus anotaciones sobre el juicio al presidente Samper. Lo cierto del caso es que la parlamentaria ha sabido mezclar la ética con la estética.