SALUD

Prevención de la influenza: la vacuna es clave

La vacuna contra la influenza reduce las probabilidades de complicaciones y disminuye la mortalidad relacionada con el virus.

9 de noviembre de 2019

Las cifras lo confirman: hay que prestarle atención a la influenza, y sobre todo prevenirla mediante un proceso en que la vacunación es definitiva. De acuerdo con datos suministrados por el doctor Javier Cabrera Guerra, presidente de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, el Ministerio de Salud de Colombia reportó en 2018 1.425 casos positivos por influenza en el país, con mayor presencia en el departamento del Valle del Cauca (primer lugar) y en Bogotá (segundo lugar). El año pasado murieron en Colombia 219 personas por esa enfermedad.

En el mundo fallecen cerca de 650.000 personas al año por esta misma causa. Según Cabrera, lo más preocupante es que esta cifra ha venido aumentando durante los últimos años. 

¿Qué es entonces la influenza? El especialista asegura que es una enfermedad respiratoria aguda, contagiosa, provocada por los virus de la influenza, que infectan el sistema respiratorio. La afección no ha podido ser controlada en el mundo debido a la facilidad con que este virus muta y a que aparecen nuevas variantes cada año.

Este virus puede causar una enfermedad grave o leve y, en ocasiones, llevar a la muerte.

Las poblaciones que tienen un mayor riesgo de contagiarse son los niños menores de 2 años, las mujeres embarazadas y las personas mayores de 60 años.

Las complicaciones más frecuentes son neumonía, otitis y sinusitis, así como las enfermedades crónicas que ya padece el paciente y pueden empeorar, como una insuficiencia cardiaca, una diabetes o un Epoc. 

Es importante diferenciar el resfriado común de la influenza. El médico Cabrera lo explica: “La diferencia básica es la severidad de los síntomas. En el resfriado común los síntomas son más leves y usualmente no llevan complicaciones, adicionalmente, es ocasionado por virus diferentes a los que causan la influenza”.

La influenza se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, generalmente superior a 38 grados centígrados, escalofríos, dolor en la garganta, dolor de cabeza, dolor generalizado en el cuerpo, pérdida de apetito, cansancio extremo y tos. En los niños, es frecuente que este cuadro se dé, además, con náuseas, vómito y diarrea.

La influenza dura mucho más tiempo que un resfriado común, puede tomar semanas e incluso meses, y los síntomas son tan severos que obligan al paciente a solicitar una consulta médica. “Yo recomendaría que cuando se presentan síntomas de moderados a severos de gripa o cuando la duración sea mayor a cinco días es imperativo consultar”, afirma el especialista consultado.

Es mejor prevenir

Existen medidas que las personas pueden adoptar en su vida cotidiana para prevenir la enfermedad, tales como lavarse las manos con frecuencia, no fumar, evitar el aire muy contaminado, mantenerse alejadas de quienes están enfermos. Todo esto ayuda a prevenir la propagación del virus. Y, por supuesto, que quienes ya están contagiados utilicen tapabocas.

Sin embargo, “la medida más importante en la prevención contra la influenza es vacunarse cada año. Se ha demostrado que esto reduce la aparición de enfermedades relacionadas con la influenza y el riesgo de sufrir complicaciones asociadas a esta como hospitalizaciones y muerte”, afirma el doctor Javier Cabrera.

La vacuna debe ser aplicada cada año y previene brotes de H1N1 como los que se han presentado.

El Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud y Protección Social (PAI) incluye otras poblaciones que reciben gratis la vacuna por parte de esta entidad.

El costo

Un estudio realizado por la Fundación Santa Fe de Bogotá y el Ministerio de Salud entre 2013 y 2016 encontró que no utilizar la vacuna resulta costoso tanto para el paciente como para el sistema de salud. Analizó específicamente pacientes con diabetes y con Epoc.

Una de las variables estudiadas es el gasto en hospitalización por infección respiratoria aguda (IRA). Según los resultados, se estima un gasto de aproximadamente 87.000 millones de pesos en la hospitalización de pacientes diabéticos que no habían sido vacunados contra la influenza, mientras que el gasto en usuarios vacunados fue de casi 10.000 millones de pesos.

Y para los pacientes con la Epoc que no estaban vacunados, se estimó un gasto de aproximadamente 472.000 millones de pesos, mientras que el gasto en usuarios vacunados fue de cerca de 51.000 millones de pesos. 

El análisis concluyó que es necesario fomentar la vacunación contra la influenza en personas mayores de 60 años con enfermedades crónicas.

A vacunarse cada año

En Colombia, el virus circula los 12 meses, pero hay dos picos: el primero inicia en abril y el segundo, en septiembre. 

Existe una población con mayor riesgo de sufrir de influenza. Estas personas reciben gratis la vacuna por parte del Ministerio de Salud y su Plan Ampliado de Inmunizaciones (PAI).

Quienes deseen saber si tienen un alto riesgo de ser afectados por la enfermedad pueden consultar la información en la página del Ministerio de Salud.

Algunas de estas poblaciones son, además de los niños menores de 2 años y las personas mayores de 60, las mujeres embarazadas a partir de la semana 14 de gestación; una vacunación anual para los familiares del menor de 18 años con cáncer; personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, bronquitis; aquellas con enfermedades pulmonares crónicas, así como los pacientes obesos, con un índice de masa corporal superior a 40. 

También son objeto de este beneficio con esta vacuna las personas con su sistema inmunocomprometido, como los pacientes con cáncer, con VIH o con un uso prolongado de esteroides; las personas con trasplante, con enfermedad renal, con diabetes y con enfermedades cardiovasculares crónicas.