Panorámica de la Uninorte

EDUCACIÓN

Los planes para que la educación continúe

La Universidad del Norte fortaleció su programa de becas y apoyo financiero y desarrolló un plan de alivios que se ajusta a diversas necesidades, para que los estudiantes continúen con sus proyectos educativos.

27 de julio de 2020

El primer gran reto que supuso la pandemia para las universidades fue adaptarse rápidamente a la virtualidad. Para la Universidad del Norte, de acuerdo con lo expresado por Adolfo Meisel, su rector, ese primer objetivo se logró. “Con la educación virtual nos fue muy bien, porque tenemos una cobertura casi del 100 por ciento”, explica.

Sin embargo, el desafío no acabó allí, pues, teniendo en cuenta que la cuarentena todavía es la principal recomendación de las autoridades para disminuir el contagio de covid-19, las instituciones han tenido que desarrollar planes de contingencia para que, ante la crisis económica, los estudiantes puedan continuar con sus proyectos de educación superior. 

Por eso, de acuerdo con Elkin Hernández, director financiero de la Uninorte, fue necesario el fortalecimiento del programa de becas y el despliegue de un plan de alivios que abarcó distintos componentes. “Al cerrar el campus, algunos de los gastos que tradicionalmente tenemos no se dieron. Fue una decisión institucional usar ese dinero para la creación de un fondo de 7.400 millones de pesos que nos permitió ofrecer nuevas becas, distribuidas en cupos para estudiantes de nuevo ingreso y actuales”, aclara. Eso se sumó a los más de 19.000 millones de pesos que originalmente tenía destinados la universidad para 2020, para becas en líneas propias y los diferentes convenios con aliados (Gobierno, entidades financieras, empresas y donantes). Además, en cuanto a las líneas de crédito propias, se consolidó un fondo con un cupo de 20.000 millones de pesos para créditos de corto, mediano y largo plazo; así mismo se redujo a la mitad la tasa de interés.

Esos presupuestos corresponden a una estrategia articulada que les permitirá a los estudiantes acceder desde la virtualidad a todos los beneficios de acuerdo con sus necesidades. “Los procesos de matrícula se volcaron a los canales digitales para que los estudiantes conozcan los diferentes convenios de financiación, los programas de becas y líneas de créditos adecuadas a las necesidades de cada uno, pues nuestra población es muy heterogénea. Hemos hecho un trabajo titánico para estudiar caso por caso las solicitudes de financiación”, añade Hernández.

Elkin Hernández, director financiero de la Uninorte

Estos beneficios han estado especialmente enfocados en los estudiantes de pregrado, pues ahí se han detectado las mayores dificultades financieras y la necesidad de seguir trabajando en mejorar cobertura con calidad en educación superior y disminución de la deserción. Sin embargo, para los posgrados también se habilitaron varios alivios. “En las categorías de especializaciones y maestrías desarrollamos líneas de financiación que permiten diferir el pago del 30 por ciento del valor del semestre de entre seis meses y un año. El porcentaje restante también se puede diferir durante el tiempo de duración del programa”.

La adaptación sigue

En cuanto a las estrategias para el regreso a clases, la Universidad del Norte ha planteado un diseño mixto que combina virtualidad y presencialidad, sobre todo en las carreras que lo requieren. Por supuesto, esto último siempre apegado a las recomendaciones de bioseguridad necesarias.