Más allá de la movilidad tradicional

La movilidad, un asunto que encierra tantas aristas y que involucra y afecta a miles de millones de personas en todo el mundo, hoy está evolucionando a modelos más sostenibles, eficientes y económicos.

Y no es para menos si se tiene en cuenta que las nuevas generaciones y las empresas del sector productivo están exigiendo mucho más que la simple movilización de personas y productos de parte del sistema de transporte tradicional. Hoy, estos grupos quieren disfrutar de una movilidad responsable y que al mismo tiempo promueva aspectos como la competitividad.

Es así como surgen modelos novedosos como el transporte intermodal, la movilidad colaborativa y compartida, la masificación de los vehículos eléctricos y el pago por uso (renting).

De hecho, una de las grandes apuestas es el renting, que en términos generales es el alquiler a mediano o largo plazo (a partir de un año en adelante) de algún bien, en este caso vehículos. Carlos Mario Santa, gerente de marca y comunicaciones de Renting Colombia, explica que se trata de una tendencia que cada día gana más adeptos y que en algunas partes del mundo ya es muy popular como en Europa.

Las razones por las cuales el pago por uso de vehículos gana terreno entre los clientes tienen que ver con el hecho de que al contratar este tipo de servicios las personas y las empresas no tienen a nombre suyo el bien, lo que implica no preocuparse por impuestos, mantenimientos y depreciación, esta última estimada en por lo menos un 10 por ciento una vez el vehículo sale del concesionario. Además, el renting ofrece ahorros en promedio de un 15 por ciento en los gastos totales asociados al uso de un vehículo.

Aunque en Colombia al tema todavía le falta mucho camino por recorrer debido a una cultura arraigada en donde se cree que al éxito de una persona o empresa están ligados los bienes a nombre propio, la tarea se viene haciendo y hoy en día se trata de un concepto un poco más conocido.

“En el caso de las empresas, al usar el renting tienen la posibilidad de dedicarse a lo que realmente saben hacer, despreocupándose así de asuntos relacionados, por ejemplo, con la flota de camiones. Además, el pago por uso permite que el dinero que se invierte en un vehículo, que constantemente se está depreciando, se invierta en activos productivos”, afirma Santa. Según el directivo, por el momento algunas de las empresas más grandes del país han adoptado esta nueva tendencia. Ahora, el trabajo se centra en las pymes, pues “parte del éxito de esas compañías, que en muchos casos operan como personas naturales, depende del sistema de movilidad que emplean”, concluye.

Una necesidad que crece

Para las ciudades no solo basta con una solución como el renting. Cada vez se hace más grande la necesidad de integrar mayores alternativas que no solo faciliten la vida de las personas, sino que también mitiguen el impacto en el deterioro del medio ambiente.  Ante esta creciente necesidad de mejorar la movilidad, en el país se ha visto la llegada de tendencias que ya han sido adoptadas en Europa y Estados Unidos con resultados exitosos como el renting y el rent a car, por ejemplo.

El Carsharing y el Ridesharing incursionan poco a poco con el desarrollo de plataformas que buscan un sistema de transporte más colaborativo, más limpio y más eficiente económicamente. 

El Carsharing es el alquiler por cortos períodos de tiempo, en Colombia Car B se posiciona como una alternativa real de esta tendencia. Se trata de una plataforma que permite compartir y alquilar carros por horas o días de forma fácil, segura y práctica. Los carros se ubican en las zonas de mayor demanda, para ser rentados para trayectos cortos o incluso para salir de la ciudad. El usuario paga solo por minutos o km recorridos, con todos los servicios incluidos: gasolina, seguro, mantenimiento, asistencia, lavado.

El Ridesharing, fácilmente podría confundirse con el Carsharing, pero tienen una gran diferencia. Este concepto hace referencia a un servicio de transporte sostenible y colaborativo conectando a pasajeros (incluso hasta empresarios con carga) con una misma ruta, con conductores como es el caso de la aplicación Uber.

En Colombia ya vemos que el pago por uso está avanzando, sin embargo, aún hay muchas oportunidades desde lo cultural para impulsar el pago por uso, y eliminar el concepto de que ser dueño de los activos es realmente rentable.

Además con la implementación de estas tendencias se promueve la movilidad colaborativa limpia, fluida y eficiente, que todos necesitamos para una mejor calidad de vida.