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SALUD

La importancia de no olvidarse de sí mismo

En ocasiones, atender las necesidades de un familiar que recibe tratamientos médicos puede resultar estresante. Cuidar de alguien más también implica resguardar el bienestar físico y emocional propios.

10 de mayo de 2019

La compañía cualificada en tratamientos médicos mitiga emociones y pensamientos negativos, aumenta la calidad de vida e incide sobre la recuperación satisfactoria. Sin embargo, en el proceso los cuidadores pueden perder de vista su activo más importante: ellos mismos. Si eso sucede las ventajas en el paciente se debilitan y los niveles de frustración aumentan. ¿Qué precauciones tomar?

Pasar tiempo libre ayuda a estar renovado y ser eficaz al retomar la vigía. Los momentos invertidos en actividades que generen placer, en soledad y en compañía, son un respiro necesario. “La primera forma de cuidarse es descansar, entendido como algo que va más allá de dormir y que incluye buscar espacios para hacer cosas que la persona considera importantes”, dice Tatiana Aya Porto, psicóloga de Cuidados Paliativos en la Clínica Colombia.

De ese modo, asegura, el cuidador refuerza la idea de que sigue siendo el mismo de toda la vida y que su rol de asistencia no es lo único que lo define. Para dicho re- poso es necesario establecer un cronograma lograble. “Es bueno tener recreación mínimo dos veces por semana, con horarios estrictos y cumplibles, para el cuidado ajeno y el propio. Eso incluye no dejar en último lugar las necesidades personales, ni para el final del día actividades como bañarse o alimentarse”, explica Sandra Cortés, doctora especialista en medicina tradicional china.

También se requiere perder el miedo a pedir ayuda a distintos grupos de expertos cuando sea necesario. “A través del cuidado profesional se puede aliviar la sensación de impotencia familiar al no saber qué hacer. Además, aumenta la seguridad al estar con alguien que identifique todo tipo de señales y sepa reaccionar a ellas”, concluye Tatiana Aya.

Los primeros pasos

La Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica —Asco, por sus iniciales en inglés— propone formas para prepararse como un cuidador exitoso. A continuación, cinco de ellas.

Informarse

Conocer a profundidad el diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Llevar registro de consultas, exámenes, síntomas, dosis de los medicamentos y sus posibles efectos colaterales, dudas que puedan surgir y contactos de emergencia a?los que acudir.

Planificar

Organizar la mayor cantidad de cosas posibles ayuda a generar una sensación de orden y control. Crear listas de tareas según su importancia y cronogramas detallados.

Tejer redes

El camino es más grato si se recorre acompañado. Las opciones disponibles son amplias: servicios de asistencia profesionales —psicólogos y cuidadores profesionales—, otros familiares, amigos, consejeros religiosos y espirituales, grupos de apoyo y comunidades en línea.

Amabilidad propia

Es normal sentirse enojado, frustrado, perdido y culpable por momentos. Tener paciencia consigo mismo hace el proceso mucho más llevadero. Escribir en un diario, hacer ejercicio o desahogarse con amigos son opciones para hacerle frente a esas emociones.

Comunicarse

Expresarse abiertamente es vital para el paciente y quien lo atiende. Hacerlo abierta, franca y empáticamente en un entorno adecuado, con el tiempo y la disposición necesarias para que ambos puedan entenderse.