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INVESTIGACIONES

Salir adelante es la opción

Desde la Universidad del Norte vienen estudiando la resiliencia familiar, un concepto que en Colombia es nuevo pero que resulta clave para las familias que han atravesado un momento difícil como el desplazamiento forzado o la muerte.

10 de mayo de 2018

Hoy en día el novedoso concepto de resiliencia familiar es objeto de estudio en Colombia. Actualmente, es clave tener muy claro de qué se trata, para qué sirve y quiénes la poseen.

En términos generales, este tipo de resiliencia es la flexibilidad que tiene una familia para responder frente a los cambios que se generan después de ciertas circunstancias como el desplazamiento forzado, los procesos migratorios, la pobreza o algo más común como la muerte de un familiar. Así mismo, trata sobre la forma en que esa familia es capaz de salir adelante.

La flexibilidad juega un papel importante en la resiliencia familiar. Un ejemplo claro es el papel de la mujer, que pasó de estar tradicionalmente en el hogar mientras el hombre trabaja, a trabajar mientras, en muchos casos, el hombre está en casa.

¿Cómo son las familias resilientes?

Una de las características que poseen las familias resilientes es que permanecen unidas a pesar de cualquier crisis o situación traumática.

Y mientras eso sucede, ellas tienen la capacidad de establecer vínculos fuertes con otras familias que pasan por las mismas circunstancias. De esta forma se genera un mutuo apoyo que robustece las respuestas de cada familia y les permite una entrada más rápida al tejido social y al campo laboral.

Otra característica importante es que buscan apoyo en los espacios que ofrece el gobierno de acuerdo a su problemática, y de esta manera mitigan parte de su situación.

Un caso es el de las situaciones de conflicto armado. Aquí, los miembros jóvenes y adultos acceden a conocimientos básicos sobre posibilidades de educación para víctimas del conflicto armado, ley de restitución de tierras y espacios para el acompañamiento psicosocial a la víctima, entre otros.

Características

Las creencias religiosas, la tipología familiar, la posición política y el estrato social no son aspectos diferenciadores de una familia que genera respuestas resilientes frente a las problemáticas. Tampoco existe una relación entre la resiliencia y el nivel educativo de las personas que desarrollan la resiliencia, pues esta se puede presentar incluso en personas que presentan los mínimos de formación educativa. De esta manera, se demuestra que la resiliencia no tiene relación con un saber educativo, sino con el deseo de sobreponerse ante circunstancias adversas.

No obstante, en el caso del desplazamiento forzado, educarse se convierte en una de las respuestas que se encuentran en las familias resilientes. Así, posterior al desplazamiento los adultos tiendena culminar estudios de formación básica o secundaria y, en otros casos, alguno de los miembros de la familia encuentra en el estudio de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario un discurso que dé respuesta a la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Desarrollo familiar en la Uninorte

El psicólogo clínico, catedrático de la institución y participe del programa de desarrollo psicoafectivo ‘Pisotón’, Jorge Iván Galindo, afirma que “en este programa me relacioné con familias desplazadas, en procesos de migración o en situación de pobreza, y ahí descubrí que lo que hace que una familia salga adelante después de una situación difícil es la resiliencia”.

De esta manera, la Universidad del Norte aborda el tema de la resiliencia a través de su especialización en Desarrollo Familiar, con la cual los estudiantes tienen la posibilidad de generar herramientas resilientes en las familias con las que trabajan.

Los estudiantes de la especialización empezaron a entrevistar diferentes tipos de familia en el marco de la investigación de la resiliencia familiar para identificar las características que estas poseen. 

La propuesta de la especialización es que los profesionales puedan darles esas herramientas a las familias para que puedan surgir y crecer. También buscan cambiar la mirada de los estudiantes, ya que no solo les muestran la parte negativa sino también los casos de éxito de familias que surgen ante los cambios significativos.

Esta especialización en Desarrollo Familiar tiene una acogida entre psicólogos, trabajadores sociales y funcionarios públicos que tienen algún vínculo con los contextos sociales y comunitarios. Estas personas encontrarán en la especialización diferentes herramientas desde la psicología familiar y el derecho que les permitirán abordar de manera mucho más fácil a las familias afectadas.