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El presidente Duque recibe de manos de la hija de Ana Cecilia Niño, un árbol que simboliza vida y ambiente. Foto: Juan Pablo Bello/Presidencia | Foto: PRESIDENCIA

SALUD

Colombia tiene cinco años para sustituir el asbesto

El presidente Duque promulgó la ley que prohíbe el uso de este mineral en el país a partir del primero de enero de 2021 y anunció la creación de una comisión interinstitucional que se encargará de trabajar en los protocolos sobre los cuales se debe realizar la sustitución del mismo.

24 de julio de 2019

A partir de este miércoles empieza a correr el tiempo para que el país inicie el proceso de sustitución del asbesto, luego de que el presidente, Iván Duque, promulgara la Ley 1968 de 2019, conocida como la Ley Ana Cecilia Niño, que prohíbe el uso de este mineral en el territorio nacional a partir del 2021.

La normatividad, aprobada en la pasada lesgislatura, establece que “a partir del primero de enero del 2021 se prohíbe explotar, producir, comercializar, importar, distribuir o exportar cualquier variedad de asbesto y los productos elaborados con éste”.

El mandatario informó que se creará una comisión interinstitucional para la sustitución del asbesto, con el fin de buscar que “haya una conciencia, una capacitación y una reflexión que permita nuevas fuentes de empleo y productos que sustituyan ese producto”.

Destacó la labor realizada por Ana Cecilia Niño, quien se enfrentó a una situación muy dura. Sin embargo, su perseverancia y la de su familia, le permitió abrir el debate público sobre medidas que se deberían adoptar para salvaguardar la salud de los colombianos.

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"Por eso para mí, ella es una heroína, que nos trae a la gran discusión de que como lo diría uno de los grandes legisladores del mundo, los que hacen las leyes tienen muchas veces que reflexionar sobre cómo evolucionan las sociedades", manifestó Duque, quien le agradeció a la familia de esta mujer, quien falleció producto de un cáncer generado por la exposición a esta material, por la constancia y el espíritu que tuvieron para superar las dificultades, por ser capaces de invitar a los colombianos a hacer cambios.

Expertos en materia medioambiental y académicos consideran que el Gobierno debe iniciar rápidamente la implementación para el proceso de sustitución con el fin de que se pueda empezar a reemplazar por productos que no sean nocivos para la salud. 

En las discusiones llevadas a cabo en el marco del trámite de la Ley, la propia industria habló de que existían más de 300 millones de metros cuadrados de cubiertas con asbesto-cemento en el país, más de 40.000 kilómetros de tubería en ese mismo material y más de 3 millones de vehículos que operan con productos que contienen asbesto.

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Otra de las estadísticas es que hay 11 millones de toneladas de asbesto instaladas en el país. Si este dato se divide por los 48 millones de colombianos, se podría decir que hay unos 230 kilos de asbesto-cemento por habitante en el territorio nacional, lo que refleja el tamaño del problema.

Juan Pablo Ramos Bonilla, profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de los Andes, explica que con la sanción presidencial de la Ley se logrará que el problema deje de crecer, es decir, que las acciones que se implementen en torno a la eliminación y el retiro del asbesto del mercado no sean infructuosas. 

El Estado debe ahora generar una política frente al asbesto instalado, la cual debe contener programas de capacitación de las personas que tienen la responsabilidad de retirar el material, pero también de la comunidad que debe tener claro que no es a ella a quien le corresponde realizar esta labor, pues se trata de una sustancia peligrosa.

En el marco del evento de promulgación de la Ley, la hija de Ana Cecilia Niño, le entregó al Presidente un árbol que simboliza vida y ambiente limpio, tal como se quisiera que pudeiran vivir los colombianos.

Frente al tema de la sustitución, Daniel Pineda, director de la Fundación Ana Cecilia Niño, considera que ésta debe abarcar guías, protocolos y estándares que garanticen la salud de las personas. 

"Se deben plantear políticas con bases científicas y por eso invitamos a las universidades a vincularse para saber cómo adelantar una adecuada sustitución, ya que las personas que lo hagan deben estar capacitadas, pues remover este material puede acarrear mayores riesgos si no se hace con las herramientas y técnicas adecuadas", recalcó. 

Lso expertos coinciden en que los procesos de sustitución se deben realizar a través de un trabajo interdisciplinario para evitar posibles errores e inconvenientes que puedan llevar a que el “remedio sea peor que la enfermedad”.