INTERNACIONAL

¿Habrá recesión en 2020?: economistas no se ponen de acuerdo

La caída de la economía alemana y los constantes desafíos de Trump a sus socios hacen prever lo peor. Pero algunos creen que esta vez tendrán un menor impacto. ¿Quién tiene la razón?

7 de octubre de 2019
Los economistas aún no se han puesto de acuerdo sobre si el mundo va a una nueva recesión en 2020 o si esta es una desaceleración y nada más. | Foto: iStock

Nadie tiene una bola de cristal para predecir cuándo llegará la próxima recesión. Sin embargo, algunos expertos han comenzado a identificar señales que los llevan a presagiar malos tiempos para la economía global. Algunos señalan que podría llegar entre enero de 2020 y marzo de 2021. Otros creen que podría tardar un poco más. Pero no todos creen estas teorías y aseguran que no hay que exagerar: si bien habrá desaceleración, el panorama será más de crisis que de recesión. ¿Hay señales encontradas?

A quienes pronostican un panorama sombrío les preocupan algunos datos. En el segundo trimestre de este año la economía alemana, el motor de Europa, cayó 0,1% y podría empeorar en el tercer trimestre, que acaba de cerrar en septiembre. Analistas del Instituto de la Economía Mundial de Kiel anticipan que volverá a caer y el próximo año la economía alemana podría entrar en una recesión técnica.

A esto se suma la tensión comercial entre China y Estados Unidos, que ha desembocado en el último año en amenazas de aranceles de parte y parte. Esto tiene con los pelos de punta a todos los países que participan en el comercio internacional. El viernes 27 de septiembre el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, dijo ante los asistentes a la Asamblea General de Naciones Unidas que las controversias comerciales y las amenazas de nuevos aranceles “podrían llevar al mundo, incluso, a la recesión”. Quizás Wang sigue los pronósticos de entidades como Morgan Stanley o Bank of America Merrill Lynch. La primera asegura que si China y Estados Unidos concretan sus amenazas durante seis meses, la recesión estará a la vuelta de dos o tres trimestres.

Las amenazas de Trump contra el libre comercio y la caída en la producción alemana atizan la crisis económica global. En la foto: Donald Trump, presidente de Estados Unidos / Ángela Merkel, canciller de Alemania. 

Bank of America, por su parte, asegura que existe una probabilidad de 33% de que Estados Unidos entre en recesión en 2020 por la misma controversia. Pero quizás lo más preocupante corre por cuenta del comportamiento de la curva invertida de rendimientos en el mercado de bonos de Estados Unidos. Esta resulta de restar el rendimiento del bono soberano de Estados Unidos a 10 años, menos el rendimiento del bono a tres meses. Entre marzo y julio de este año este indicador estuvo en terreno negativo. Esto encendió las alarmas porque la curva invertida ha estado presente en las últimas 7 recesiones. Pero la expresidente de la Reserva Federal, Janet Yellen, cree que esta vez puede ser una "falsa alarma", según le dijo al canal Fox Business.

No es para tanto

No todos los analistas coinciden con los pronósticos pesimistas para la economía en 2020. Algunos consideran acertado esperar una desaceleración a nivel global, pero nada que se acerque a un derrumbe en las cifras como el que se registró en 2008. ¿Qué argumentan? Ernesto Revilla, director de Latam Economics del Citi, asegura que, en primer lugar, esta vez los bancos centrales están reaccionando más rápido frente a lo que ocurrió en las pasadas recesiones. Lo prueba que varios ya están actuando en materia de tasas de interés.

También opina sobre el ‘predictor‘ de recesiones en que se ha convertido la curva de rendimientos invertidos o descendentes, que se presenta cuando los bonos de corto plazo rentan mejor que los de largo plazo. Dice que este fenómeno sí precede a las recesiones, pero eso no significa que todas las veces que esta curva opera haya una recesión. En otras palabras, este comportamiento se ha presentado en varias ocasiones sin que hubiera recesión. Eso sí, advierte que este tipo de anuncios en algunas ocasiones se convierte en una profecía autocumplida. En efecto, en la medida en que más y más analistas advierten que algo va a pasar y que va a caer la economía, esto termina pasando.

Finalmente, encuentra que otro ‘predictor‘ que han advertido algunos analistas es el comportamiento del precio del oro. Este augura malos tiempos económicos cuando registra aumentos superiores a los del precio del petróleo. En este punto, Revilla recuerda que se han registrado algunos problemas puntuales, como los atentados en Arabia Saudita o las escaramuzas de bloqueos en el transporte del crudo desde oriente medio. Pero asegura que hay un tema más estructural en los precios del petróleo, debido a los cambios en el patrón de generación y consumo de energías a nivel mundial.

Este experto afirma que no se puede esperar un horizonte de precios altos del petróleo a largo plazo. Entre otras razones porque cada día surgen nuevos modelos de consumo y energías alternativas que harán caer los precios del crudo con o sin crisis. La controversia por lo que pueda ocurrir con la economía mundial seguirá creciendo a medida que se acerque 2020. Ciertamente hay preocupaciones reales por algunos indicadores deteriorados y el desenlace incierto de conflictos comerciales. Pero esto forma parte del devenir normal de la economía. Esta se ha desacelerado recientemente, pero al mismo tiempo los bancos centrales han empezado a tomar medidas para evitar situaciones como las ocurridas en crisis pasadas. Seguir con cuidado las señales de la economía es una buena recomendación. Pero eso sí, sin obsesionarse con profecías que pueden terminar autocumplidas.