Felipe Martínez Cuéllar hace parte de una nueva generación de escritores colombianos que miran al pasado, que no desconocen el peso de la historia, pero que escriben desde y sobre el presente, sobre sus nuevas realidades y territorios. Martínez Cuéllar es profesional en Estudios Literarios de la Pontificia Universidad Javeriana, y ha estado dedicado a impulsar proyectos culturales, especialmente en temas de gestión con entidades públicas y privadas. Ha trabajado en el Fondo de Cultura Económica, en el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional y como coordinador cultural de la Feria del Libro de Cali.
En el entretiempo, no ha dejado de ser un lector asiduo y de escribir ficción. Su primera novela La cosecha, relata la historia trágica de un padre y su hija que, luego de sufrir un accidente que los cambia para siempre, abandona la ciudad para refugiarse en la soledad del campo. Este año, Penguin Random House publicó Frontera, su segunda novela, una historia que, si bien mantiene la economía del lenguaje de su primera obra, ha llevado su intensidad narrativa hacia el protagonismo de elementos como el paisaje y su historia. Hablamos con él sobre el Amazonas, el territorio como materia narrativa y la génesis de su nueva novela. Frontera se desarrolla en el Amazonas. ¿Cuál fue su primer acercamiento a estos territorios? Como parte de mi trabajo en el Ministerio de Cultura tuve que coordinar unas campañas de dotación de libros en los departamentos del país que hacen parte de la Amazonía colombiana, lo que me dio la oportunidad de viajar en varias ocasiones veces a esta región. Durante el tiempo que duró la campaña, creo que estuve unas cuatro veces en Vaupés, un par de veces en el Vichada y en el Guainía, y otras tantas en el Putumayo, en el Guaviare y en el Amazonas. Yo había leído sobre la selva de una manera muy casual, por ejemplo, La Vorágine, algunos cuentos de Horacio Quiroga, también había leído El río, de Wade Davis, antes de viajar allí, y ahí la selva está siempre; pero realmente yo antes nunca había estado allí y estos viajes fueron fue mi primera aproximación a este territorio. ¿Lo que encontró y lo que vivió en estos viajes fue fundamental para que decidiera escribir Frontera? Luego de estos viajes, que fueron principalmente de trabajo, yo quedé con un pie en el Amazonas. Tenía muchas preguntas, porque en el Amazonas colombiano uno entra a una dimensión en la que lo humano se mueve de una manera muy distinta. Por lo que me preguntaba cómo podía ver esa vida que se desenvuelve allá, cómo podía expresarla.- “Escribo cosas entretenidas, que alivien el peso de la vida”: Javier Riveros

- “La literatura pone en suspenso las ideas, te obliga a pensarlo todo de nuevo”: Alejandro Zambra
- “No tiene sentido solo dedicarse a escribir libros sobre personas como uno”: Lionel Shriver