Home

Libros

Artículo

Portada de 'Una novela criminal' de Jorge Volpi

Opinión Online

'Una novela criminal': un premiado 'thriller' legal

La novela ganadora del Alfaguara 2018 busca desenredar un nudo judicial mexicano.

Ángel Castaño Guzmán
16 de abril de 2018

9 de diciembre de 2005. Un grupo policial armado hasta los dientes entra sin mayores complicaciones a una finca. Lo acompañan equipos periodísticos de la televisión mexicana. No se oye un tiro. Ninguno de los delincuentes emprende la huida. La cámara apunta de un lugar a otro, la voz del reportero le informa a la audiencia de Televisa y TV Azteca: el operativo está dirigido contra una red de secuestradores. Por entonces en México se han hecho pan diario los levantones –secuestros extorsivos de empresarios y miembros de la clase media–. La ciudadanía le exige al saliente presidente Fox resultados. Helo aquí: ante todo el país la AFI captura a delincuentes y libera a víctimas. Aplausos, aplausos. No obstante, una pieza no encaja. En algún momento la cámara se dirige a una casa: la puerta se abre –un hombre trajeado la mantiene abierta–, yace un tipo bocabajo. En un rincón, una persona se mal oculta con una sábana. Al ser descubierta, una mujer de cabellera rojiza y acento francés despierta la curiosidad del espectador: en su rostro la belleza se mezcla con el miedo. Ella –Florence Cassez–, la exnovia del capturado, la de grandes ojos aterrados, será el motivo de discordia entre México y Francia, entre los presidentes Sarkozy y Calderón, en una de las disputas de la diplomacia más controversiales de los últimos lustros. Será comparada con el capitán Alfred Dreyfus: extranjeros a la fuerza metidos en los laberintos de los tribunales.

Le puede interesar: México bajo fuego

En Una novela criminal, obra ganadora del Alfaguara de 2018, Jorge Volpi examina los detalles de un nudo judicial: montajes cuidadosamente planeados por las autoridades para granjearse la simpatía popular, testigos cuyas declaraciones cambian al compás de las necesidades mediáticas, métodos inquisitoriales en los interrogatorios de los sospechosos. Al llegar al punto final del volumen, el lector –maltrecho por la abrumadora cantidad de infamias y violaciones a los derechos básicos de las personas– sale convencido de la necesidad de reivindicar la presunción de inocencia y el respeto al debido proceso. Vivimos tiempos sombríos para la justicia: las redes sociales y los medios noticiosos procuran suplantar a los jueces. Ahora la inocencia de la gente se define en espacios impropios, donde la efervescencia y la prisa reinan a sus anchas. El buen nombre y la honra ajena son piezas accesorias en un debate público alérgico a los hechos y a las pruebas. Las grietas del caso Vallarta-Cassez estaban a la vista de quien leyese con cuidado y sin prejuicios el expediente. Pocos lo hicieron. Primaron otros cálculos: politiqueros, económicos. Una verdadera pesadilla kafkiana.

Le puede interesar: “México se ha convertido en una gigantesca necrópolis”

A pesar de ciertos tropiezos estilísticos –a veces la urgencia de dejar en claro algunos puntos lleva a Volpi a caer en la iteración y a transcribir extensos pasajes de lo dicho por Cassez y los demás personajes del drama real, restándole soltura y gracia al relato–, Una novela criminal se inscribe en la fecunda línea de obras literarias interesadas en el funcionamiento de las leyes: ¿Quién mató a Rosendo?, de Rodolfo Walsh, Ifigenia en Forest Hills, de Janet Malcolm, y las ficciones de Ferdinand von Schirach.

Noticias Destacadas