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Novela Gráfica

'Arsène Schrauwen': una aventura tropical llevada a la novela gráfica

Con esta reseña del libro de Olivier Schrauwen inauguramos nuestra nueva sección de novela gráfica. En vista de que la producción de este tipo de literatura es hoy sin duda uno de los segmentos más interesantes de la industria, cada mes publicaremos una reseña que rescate alguno de los mejores libros del género.

Mario Cárdenas
30 de enero de 2018

La reciente edición integral de Arsène Schrauwen, publicada en español por la editorial Fulgencio Pimentel (2017), y que inicialmente había aparecido en tres tomos individuales, reúne en esta única versión integral un trabajo que sin duda es uno de los fundamentales en cómic y novela gráfica de los últimos años. En él, Oliver Schrauwen ha utilizado una historia convencional: la aventura colonial de su abuelo Arsène en función de expresar gráficamente un ejercicio intelectual y narrativo.

Arsène Schrauwen podría leerse como una variación de El corazón de las tinieblas, la novela de Conrad, donde su abuelo hace una expedición en doble vía hacia una colonia en busca del amor y la libertad. Sin embargo el libro, además de la atmósfera exótica, presenta un espacio gráfico donde los personajes turbados y las noches tropicales se fijan en la lectura a través del color y las variaciones gráficas, haciendo de este un libro original, que divierte y asusta al mismo tiempo, de imágenes que perturban.

Otros trabajos de Schrauwen, como Mi pequeño (Norma, 2009), El hombre que se dejó crecer la barba y Mowgli en el espejo, habían recibido el aplauso de la crítica y nominaciones en el Festival de Angouleme. En  Arsène Schrauwen el autor logra dar arquitectura a un relato donde lo cotidiano se convierte en fantástico. La historia se mueve entre ambos lugares, o como escribió el crítico de cómic español Álvaro Pons, “transita sin despeinarse, desde el realismo mágico al surrealismo, desde el surrealismo al relato colonial, de la reflexión psicológica a la histórica”.

En términos gráficos, o es exagerado decir que la diversidad de recursos y riesgos que toma Olivier traspasan las fronteras de la tradición francobelga de historietas, donde prevalecía la línea clara y los fondos planos y, en cuanto al contenido, el uso desgastado de lo literario. Este libro, en cambio, tiene cualidades narrativas vanguardistas que hacen que el cómic sea un medio distinto más allá del uso y la superposición de viñetas.

El libro en sí es también una variante de la arquitectura del cómic por los elementos y los materiales que usa Olivier para la composición; la línea rústica, la forma de cada página, el uso del bitono que varía entre un azul frío y un rojo tropical, y que no limita la riqueza visual del trópico a pesar de usar solo dos tintas, la maleabilidad de las  secuencias que subvierten el  carácter sencillo de cada página y la apariencia simple  de la retícula de seis viñetas. Arsène Schrauwen es un cómic que simula la línea de los planos arquitectónicos, que juega con materiales tipográficos que recuerdan los carteles pasados por planchas litográficas.

En cada uno de los episodios hay un punto del descenso y creación; en el primero está el viaje, el inicio a la aventura y la búsqueda de la libertad en ese territorio mental que plantea la lectura; un viaje desde “las heladas orillas del Scheldt a las sofocantes playas de la colonia”. En otras palabras, un viaje al Congo belga, el mismo que con un traje lleno de estereotipos hizo Tintín. En la segunda parte, los temores se confirman, las enfermedades que habían sido advertidas aparecen, el terror y el clima son unos fantasmas que se posan con oscuridad y azotan la inocencia del joven Arsène. En la última parte, y con mayor extensión, el viaje se amplía a la jungla colonial, donde la monstruosidad y la locura se superponen a medida que el delirio y el amor se tragan la aventura.  

Este libro de Olivier conjuga su afirmación sobre el arte de hacer comics: para ser precisos “algo que se está moviendo hacia un estado perfecto y sublime en el que ya no se necesitará arte nuevo. Es más, como una bestia mutante, siempre adaptándose a su entorno, siempre cambiante. En este sentido las cosas nunca están dichas ni hechas”.

Arsène Schrauwen (edición integral)

Olivier Schrauwen

Fulgencio Pimentel

256 Páginas

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