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ANÁLISIS

Liderazgo sustentable: clave para no morir en la crisis

Ante una crisis no se puede administrar correctamente una empresa enfocándose solo en disminuir costos y gastos administrativos o de personal, o incluso llegar al extremo de frenar las operaciones y afectar el 'core business'. Lo que se necesita es ejercer un buen liderazgo.

Robin Barquin*
21 de septiembre de 2020

El 2020 comenzó con unas expectativas muy altas y positivas, que rápidamente se desmoronaron en febrero y marzo afectando a todos los negocios. Como olvidar los famosos planes comerciales 2020, era la culminación de un largo proceso de planificación donde se esperaban grandes y positivos resultados. Los meses posteriores han sido críticos para la economía y qué decir para el empleo, donde se hicieron despidos masivos para reducir gastos y costos que mejoraron la caja por algún tiempo, pero no garantizaron estabilidad o crecimiento en las ventas, ni menos pensar en la creación de nuevas estrategias comerciales y operacionales.

Mi país de origen, Chile, es un país donde frecuentemente hay terremotos y temblores, y por eso he aprendido, que, si acompañamos estas situaciones con pánico, la desgracia es peor; pero cuando conservas la calma, la situación siempre mejora. Frente al “terremoto” covid-19, algunas compañías entraron en pánico y tomaron la decisión de despedir entre el 30% y 40% de sus colaboradores, una medida válida, pero acelerada a mi modo de ver: Ante una crisis no se puede administrar correctamente una empresa enfocándose solo en disminuir costos y gastos administrativos o de personal, o incluso llegar al extremo de frenar las operaciones y afectar el core business; lo primero que se necesita es ejercer un buen liderazgo y control, y junto con eso mantener la calma, empatía y aplicar una buena dosis de reinvención.

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La verdad es que mantenerse en medio de la crisis y no perderlo todo, debía ser un acto de ir un poco en contra de lo que dice el mercado o incluso hasta la misma lógica, sobre todo las compañías de tecnología que de cierta manera vimos más oportunidades y así mismo un incremento en la competencia.

El secreto para mantenerse en pie, si bien se fundamentó en  reducir gastos que no eran de primera necesidad para la compañía, sin perder nuestro conocimiento y propiedad intelectual, realmente la principal estrategia fue - y seguirá siendo - una transformación genuina de la organización mediante un manifiesto de competencias que logró desarrollar en todos los colaboradores los soft skills imprescindibles para adaptarse, asumir los retos propios de la pandemia (y pospandemia) y generar valor a través de  nuevos modelos de negocio, inteligencia emocional aplicada a la venta.

La segunda, reforzar el área comercial y de marketing, porque precisamente esta es una época en la que hay más oportunidad para decirle y asesorar  al mercado que existen soluciones tecnológicas que les pueden ayudar a superar la situación actual y “rescatarlas” de esta crisis, sin embargo, es lamentable ver como en su mayoría tuvieron que sufrir esta pandemia, para entender que necesitaban de la tecnología para competir en el mercado y sobrevivir, a diferencia de otras compañías que ya tenían un camino recorrido de transformación digital de años atrás. Nunca es tarde para comenzar y en especial si se trata de salvar la empresa con ayuda de la tecnología. 

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Mantenerse firme y centrarse en el “por qué” y “para qué” existe una organización, es clave. Traicionar ese centro en estas circunstancias o en otra similar, puede proporcionar un aparente alivio a corto plazo, pero estoy seguro que a mediano y largo plazo alimentará la frustración al comprobar que cualquier dificultad nos hace cambiar nuestro foco y eso lo podrán percibir los clientes, los empleados, los proveedores, los ciudadanos y hasta los accionistas.

Entender todo este ecosistema permite que marquemos una hoja de ruta de los desafíos a superar para lograr que una organización sea sostenible.  Solo hay dos caminos: Ver una crisis como un riesgo y dedicarse a minimizar el daño o ver una oportunidad y dedicar los esfuerzos a maximizar la creación de valor.

*Presidente y CEO de Digital Ware.