El cambio climático es una realidad y se requiere tomas acciones para frenar sus afectaciones. Foto: Pixabay

DÍA DE LA TIERRA

Ambientalistas convocan a una acción global por el clima, este 24 de abril

Cientos de organizaciones sociales y ambientales aseguran que si bien el mundo enfrenta una crisis por la emergencia sanitaria, no hay que olvidar la grave problemática ambiental que puede afectar gravemente a los más vulnerables. Piden que las personas se manifiesten desde sus balcones.

22 de abril de 2020

Las organizaciones ambientalistas no paran en la búsqueda de encontrar fórmulas que permitan llamar la atención de los dirigentes en torno a la necesidad de tomar acciones que permitan frenar el cambio climático. En esta oportunidad Fridays for Future, 2020 Rebelión por el Clima y Alianza por el Clima se unieron para pedirle al mundo que la salida a la crisis generada por la pandemia del coronavirus se realice de forma justa y sostenible. 

Apoyadas por otros cientos de organizaciones sociales y activistas, establecieron un manifiesto conjunto con el fin de que se ponga al medio ambiente y a las personas en el centro de las decisiones. "Hoy, cuando toda la población sufre en carne propia la pandemia del coronavirus y sus consecuencias, se hace patente lo urgente e ineludible que es aunar esfuerzos para, solidariamente, hacer frente a la enfermedad y sus repercusiones sanitarias y sociales", indica el manifiesto.

Lo anterior sin dejar de lado la necesidad de asumir la emergencia climática como la crisis que es. "Actuar con contundencia hoy frente a la emergencia climática conseguirá que los impactos ambientales y sociales sean mucho menores, aunque gran parte de ellos, ya no seremos capaces de paliarlos", indican.

Dicen que una vez se comience a salir de la cirisis sanitaria, el mundo no puede reproducir el modelo que lo ha conducido hasta la actual emergencia ecológica y social. "Se puede y debe incorporar lo que hemos aprendido. Es necesario basarse en las personas, en sus posibilidades y en sus necesidades, así como en la protección de nuestros recursos naturales. Salgamos del parón y transformemos la actividad de una manera climática y socialmente justa”.

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Ante esta nueva realidad, decidieron realizar la convocatoria "Acción global por el clima", para este viernes 24 de abril, porque si bien reconocen que hoy la crisis se concentra en el tema sanitario, la crisis climática sigue siendo una realidad y, pese a estar formalmente declarada como emergencia por el Parlamento Europeo, sigue sin ser reconocidas por muchos otros dirigentes, que optan por no oir las indicaciones científicas a través de una inacción culpable. La idea es que las personas, a las 22:00 horas, se manifiesten desde sus balcones con sonidos y sombras.

La crisis climática no es un tema del futuro. Es una realidad. 

Protección de la vida

Para estas organizaciones es claro que la humanidad enfrenta una emergencia climática sin precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de proteger la vida en primer lugar. "Esta defensa de la supervivencia debe llevarnos a tomar medidas ambiciosas y drásticas, en otras palabras, a asumir el estado de emergencia climática, impulsando las actuaciones necesarias y no las que se presentan como "políticamente posibles", antes de que la situación nos desborde".

En su comunicación insisten en que el mundo está al borde de un punto de no retorno marcado por una enorme pérdida de biodiversidad y por el incremento de la temperatura global, que pone en jaque a todo el planeta, incluida la humanidad y sus sociedades.

Para estas organizaciones, las consecuencias del cambio climático son, entre otras, un incremento de los grandes incendios forestales, la proliferación de enfermedades de regiones más cálidas, sequías más severas, subida del nivel del mar, lluvias torrenciales que provocarán inundaciones y movimientos migratorios motivados por la crisis climática.

Problemas de la desigualdad

Hacen referencia a las palabras del relator especial de Pobreza Extrema y Derechos Humanos de Naciones Unidas, Philip Alson, en las que advierte que "el mundo está en riesgo de caer en el apartheid climático, donde los ricos pagan por escapar del sobrecalentamiento, el hambre y las guerras, mientras que el resto del mundo es dejado de lado sufriendo". 

En el manifiesto se afirma que el calentamiento global es consecuencia directa del modelo de producción y consumo que continuamente se demuestra incapaz de satisfacer las necesidades vitales de las personas, precarizándolas y poniendo en situación de vulnerabilidad.  

"Pero en esta crisis, la ciencia también ha señalado la vía de actuación, que no es otra que la descarbonización de nuestro sistema económico, especialmente en las sociedades industrializadas occidentales que tenemos más responsabilidades y mayores capacidades. Un sistema económico que se ha paralizado ante la crisis del coronavirus y que debemos replantearnos antes de reiniciar".

Es necesario modificar los modelos de producción y económicos. 

Para estas organizaciones es determinante hacerle caso a la ciencia y entender que la gravedad de la emergencia obliga a adoptar medidas muy profundas, porque lo que se haga en esta década va a condicionar completamente el grado de calentamiento que el mundo va a sufrir en el corto, medio y largo plazo.

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Por esta razón, dicen, es ineludible cambiar las pautas de transporte, acelerar la transición energética desde los combustibles fósiles a un modelo 100 por ciento renovable, eficiente, sin emisiones contaminantes y justo, especialmente desde la óptica del autoconsumo y la descentralización. Todos los esfuerzos deben conducir a una reducción drástica de las emisiones, en línea con las indicaciones científicas y alcanzando la neutralidad lo antes posible.

"Solo así será posible hacer frente a las consecuencias del calentamiento global, avanzar hacia una sociedad justa y solidaria y, simultáneamente, reducir el riesgo de otras crisis que el cambio climático alimenta", concluye la comunicación conjunta.