CONTROVERSIA

Campesino peruano pide que empresa alemana compense los efectos del cambio climático en los Andes

Una corte del país europeo aceptó una demanda contra el gigante energético RWE por el derretimiento de los glaciares del norte de Perú, a pesar de que la compañía no tiene ninguna planta allí.

5 de diciembre de 2017

El pasado jueves la justicia alemana dio un paso inédito al aceptar examinar la demanda de un campesino peruano que quiere obligar al gigante energético alemán RWE a compensar los efectos del cambio climático en los Andes.

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La batalla entablada por este campesino "es admisible", decidió la corte de apelación de Hamm (norte de Alemania), después de que un tribunal rechazara en primera instancia la demanda del peruano en 2016.

Los magistrados ordenaron una serie de informes de expertos para establecer el vínculo entre las emisiones contaminantes de RWE y los daños comprobados a diario por Saúl Luciano Lliuya, agricultor y guía de alta montaña en Huaraz, en el norte de Perú.

Esta decisión no significa que la corte le da la razón a Lliuya, que había decidido demandar en 2015 a RWE alegando que el grupo alemán es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del planeta, aunque no tiene ninguna central en Perú.

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Pero al llevar el procedimiento a su siguiente fase, los magistrados alemanes dieron sin embargo un paso en la lógica de una "justicia climática mundial", un concepto político que obligaría al "norte" que contamina a indemnizar a los países del "sur" afectados por el calentamiento global. 

Primer ‘éxito‘

"El simple hecho de entablar el debate de fondo en este caso escribe una página de la historia del derecho", se alegró Roda Verheyen, abogada del demandante, citada por la ONG Germanwatch que respalda todo el procedimiento. 

Lliuya, que regresó a Perú tras una primera audiencia celebrada el 13 de noviembre en Alemania, consideró que "las empresas que más contribuyen al calentamiento global deben asumir sus responsabilidades". 

"Es un gran éxito, no solo para mí, sino también para todos los habitantes aquí en Huaraz y allí donde los riesgos climáticos amenazan", prosiguió, mientras que Germanwatch aplaudió el "eco mundial" de esta decisión.

Contactado por la AFP, RWE sostiene "que esta acción es injustificada, porque un único emisor no puede ser considerado responsable de fenómenos que responden a innumerables causas", según su portavoz Guido Steffen.

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"Nos encontraríamos en una situación en la que todo el mundo ataca a todo el mundo. Cualquiera que se sienta perjudicado en un rincón del mundo podría pedir cuentas", y "no solo a una compañía energética" sino a cualquier contaminador, "hasta el turista que toma un avión", explicó.

Los expertos deberán determinar ahora el posible vínculo de causa y efecto entre las emisiones contaminantes de RWE y el derretimiento de gigantescos bloques de hielo en los Andes, que han formado lagunas y amenazan con inundar Huaraz, la localidad peruana de la que es originario Lliuya. 

¿Chivo expiatorio?

El procedimiento, complejo y dividido en una serie de preguntas sobre la contaminación exacta de RWE, su impacto en el calentamiento global y la situación local andina, podría ser largo, y el tribunal no fijó ningún plazo para comunicar su decisión final. 

Los magistrados precisaron que el campesino peruano deberá adelantar los 20.000 euros necesarios para iniciar los estudios de los expertos. 

Este agricultor y guía, que cifra en 0,47% la parte de RWE en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, reclama la financiación por RWE de una parte de las obras para proteger el municipio de Huaraz, capital de la provincia de Ancash en el norte del país, contra los riesgos de inundación.

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También exige que el grupo alemán le abone los 6.300 euros -7.463 dólares- que gastó para proteger su casa contra la crecida de las aguas. 

"Para mí ya es una victoria poder estar aquí en el tribunal y hablar de nuestro caso, lo que no hemos podido hacer hasta el momento", celebró el 13 de noviembre su abogada, Roda Verheyen, que niega haber convertido RWE en un chivo expiatorio simbólico para los males del planeta. 

La acción del grupo alemán cedió terreno en la bolsa tras el anuncio de la decisión judicial.