Estrategia

Los guardianes del milagro de las tortugas de Acandí

El monitoreo de bosques es una de las estrategias gubernamentales para controlar la deforestación pero también para involucrar a las comunidades con su territorio. Así trabajan 480 familias que cuidan las tortugas caná en Acandí, en el Chocó, una de las 50 iniciativas comunitarias que existen en el país para proteger los bosques.

Marcela Rodríguez Salguero*
2 de agosto de 2018, 7:57 a. m.
Las tortugas caná son cuidadas en Acandí, Chocó por un equipo de monitoreo. Foto: archivo particular. | Foto: ONU REDD

Son las 11:43 p.m. En la playa Chilingo, del municipio de Acandí, en el departamento del Chocó, una mujer y cuatro hombres se llenan de emoción porque acaban de encontrar un nido de tortuga caná con las huellas que los recién nacidos dejaron en su presuroso paso hacia el mar Caribe.

Uno de los hombres se pone guantes, se hinca y empieza a cavar 50 centímetros bajo la arena. Un olor penetrante embarga el aire, de allí saca las cáscaras de los huevos que eclosionaron, los que no fueron fértiles, y además, los cuerpos de las tortugas que nacieron y no lograron salir a la superficie.

Estas son las cáscaras de los huevos que eclosionaron. Algunos no fueron fértiles y otos no lograron salir a la superficie. Foto: archivo particular.

Esta es la labor que realizan desde hace más de 20 años, entre los meses de febrero y octubre, en dos jornadas de lunes a sábado, expertos locales que han conformado y fortalecido el grupo de monitoreo comunitario participativo de tortugas del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de la Cuenca del Río Tolo y la Zona Costera Sur (Cocomasur).

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Año a año, cada nacimiento para ellos es un milagro de la vida. La emoción de ver las tortuguitas es un triunfo que les demuestra que vale la pena su esfuerzo por recorrer y proteger un territorio que comprende cerca de 13.500 hectáreas que les fueron tituladas de manera colectiva en el 2005.

Cada nacimiento para el Consejo Comunitario de Comunidades Negras es un milagro de la vida. Ver las tortugas es para ellos un triunfo. Foto: archivo particular. 

Luz Amparo López se integró al grupo desde hace un año. Es una de las seis mujeres del equipo de monitoreo de tortugas y ha convivido con las caná desde que nació en Acandí.

No sabía mucho de sus ciclos y de su importancia, pero luego de recorrer esta playa en las noches y en las mañanas, las ha aprendido a conocer y se ha convertido en toda una experta local en la materia.

Ella reporta día a día las estadísticas de lo que encuentra en su ejercicio de monitoreo: datos que contribuyen a la información que consolida el Consejo y que comparte tanto con Parques Nacionales Naturales de Colombia como con la Corporación Autónoma Regional de Chocó (Codechocó).

Para Luz Amparo hacer parte de esta iniciativa del Consejo Comunitario Cocomasur ha significado aprender de las tortugas. Ella es madre de tres hijos que ya están grandes y siente que ahora después de mucho tiempo encontró su pasión.

“Son tan hermosas cuando tú las ves, cuando ellas van a desovar, no solo salen del mar y ya, ellas seleccionan el sitio exacto, el de mejores condiciones para poner sus huevos. Me encanta cómo camuflan sus huevos, lo hacen lo mejor posible, como solo una mamá lo puede hacer. Ya que se van y no vuelven a ver a sus hijos, los dejan muy bien protegidos, ese ejercicio es muy bonito para mí. Ellas me han enseñado muchas cosas, todo el esfuerzo que hacen por sus hijos”, comenta Luz Amparo.

480 familias hacen monitoreo comunitario

“Uno de los día más tristes fue una mañana que tuve que hacer el censo, llegué a la playa y vi una tortuga caná boca arriba, intenté con todas mis fuerzas de voltearla pero era muy pesada, debimos pedir ayuda a más compañeros. Afortunadamente logramos voltearla y que regresara al mar. Ese día lloré muchísimo del desespero por ayudarla, llegué a mi casa muy cansada y llena de morados, pero feliz de poder haberla ayudado”, cuenta.

“Para monitorear los recursos naturales de manera comunitaria se requiere recorrer el territorio, sensibilizar a la comunidad, denunciar ante las autoridades competentes, aprender a recopilar y sistematizar la información, pero ante todo, apropiarse del territorio y lo que hay en él para poder cuidarlo con amor”, dice Everyldis Córdoba, coordinadora general de Cocomasur.

El equipo de monitoreo, además, realiza actividades de educación ambiental a través de talleres que adelantan en los consejos comunitarios y locales, el colegio y la escuela en el casco urbano.

Además del monitoreo el equipo adelanta además capacitaciones de educación ambiental en consejos comunitarios y locales y escuelas. Foto: archivo particular. 

Los equipos de monitoreo comunitario participativo tanto de tortugas como de bosques de Cocomasur están conformados por integrantes de los nueve consejos locales que suman cerca de 480 familias. Es un ejercicio por dar participación a jóvenes y adultos, mujeres y hombres que fortalezcan la gobernabilidad en su territorio.

Precisamente Luz Amparo reconoce que “Cocomasur con esta oportunidad, me ha enseñado a hablar en público ante los grupos que nos visitan, a conocer lo que me gustaba y saber más de las tortugas, algo que es único en nuestro país”.

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Este es tan solo un ejemplo del ejercicio de vigilancia y control para monitorear los recursos naturales que hacen las comunidades negras de la Cuenca del Río Tolo y la Zona Costera Cocomasur, convencidos que la mejor forma de proteger su territorio es recorrerlo, conocerlo y saber qué hay en él, con el deseo de trabajar por el rescate de la identidad cultural y su manejo ordenado.

Bosques Territorios de Vida

El monitoreo, el control y la vigilancia es una de las líneas que abarca Bosques Territorios de Vida, la Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques, que busca fortalecer a las comunidades para la gobernanza territorial, y ponerlas en conversación con las entidades nacionales que hacen lo propio, con el propósito de tener información técnica y comunitaria para la toma de decisiones.

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Esta estrategia se construyó desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en conjunto con el IDEAM, el Fondo Cooperativo del Carbono que implementa el Banco Mundial y el Fondo Acción, la GIZ y el programa ONU-REDD que en Colombia fue desarrollado por la FAO, el PNUD y ONU Medio Ambiente.

El monitoreo, el control y la vigilancia es una de las líneas que abarca Bosques Territorios de Vida con la que se busca fortalecer a las comunidades para la gobernanza territorial. Foto: archivo particular. 

El programa nacional ONU-REDD en Colombia, en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el IDEAM, fortaleció el monitoreo comunitario participativo de bosques, con el fin de afianzar y dar a conocer estas iniciativas comunitarias, que actualmente suman más de 50 en todo el país, y que contribuyen con la conservación y manejo sostenible de los bosques y recursos naturales asociados.

Para conocer más acerca de la labor de Cocomasur puede ingresar a www.cocomasur.org

*ONU REDD

Este es un producto periodístico de la Gran Alianza contra la Deforestación. Una iniciativa de Semana, el MADS y el Gobierno de Noruega que promueve el interés y seguimiento de la opinión pública nacional y local sobre la problemática de la deforestación y las acciones para controlarla y disminuirla.

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