El presidente de Claro, Carlos Zenteno, explicó que con este torneo la empresa se propone darles valores a los niños y adolescentes participantes.
El presidente de Claro, Carlos Zenteno, explicó que con este torneo la empresa se propone darles valores a los niños y adolescentes participantes. | Foto: David Estrada.

Deportes

Copa Claro por Colombia, un torneo para transformar vidas y empoderar a los niños, niñas y adolescentes

Cauca, en la categoría Promotores, y Norte de Santander, en la de Constructores, fueron los ganadores de este torneo que más allá del fútbol buscó que sus más de 3 mil participantes transformaran su vida a través de la tecnología, la educación y el deporte, desarrollaran habilidades socioemocionales y adquirieran herramientas para tomar mejores decisiones para la vida.

14 de diciembre de 2021

Medellín fue la sede de las semifinales y de la gran final de la más reciente edición de la Copa Claro por Colombia. Cerca de 160 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de más de comunidades vulnerables de 12 departamentos hicieron parte de los encuentros definitivos que se desarrollaron entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre. Algunos de los participantes también provenían de municipios o Zonas Más Afectadas por el Conflicto (Zomac).

En la clausura de la copa, el presidente de Claro, Carlos Zenteno, resaltó que con este torneo, además de brindar un espacio lúdico y de entretención, la empresa pretende darles valores a los niños y adolescentes participantes, y promover mensajes de equidad de género, solución pacífica de conflictos y que ellos puedan recibir información relacionada con el embarazo adolescente y el consumo de alcohol para fomentar su prevención.

Esta es una copa diferente, que promueve el juego y el análisis del comportamiento y de los valores dentro de los partidos”, sostuvo Zenteno.

Por su parte, Carlos Pérez, director ejecutivo de Fútbol con Corazón, rescató que este torneo tenía al fútbol como herramienta, pero el objetivo más importante es que todos los participantes, desde los que levantaron la Copa hasta quienes no alcanzaron las rondas finales, se fueran como ganadores al recibir una formación en habilidades socioemocionales que les permita tomar mejores decisiones de vida.

Desde el municipio de Morales, Cauca, viajaron Eduard Francisco Morales y Merli Román. Ambos fueron artífices de la victoria del Cauca en un torneo donde más allá de la alegría deportiva, los jugadores se llevaron la inolvidable experiencia de haber compartido durante una semana con compañeros de otras regiones del país.

La final se acordó con los principios de la metodología de Fútbol por la Paz de Fútbol Con Corazón: todos los equipos eran mixtos, el primer gol de cada tiempo debía ser anotado por una mujer, no hubo árbitros y los equipos eran los que tomaban las decisiones y solucionaban los conflictos. Además, en el primer tiempo se establecieron acuerdos de convivencia relacionados con valores como la tolerancia, el respeto, la solidaridad, la honestidad, la asertividad y la comunicación. El partido se ganaba por sumatoria de corazones y no por goles, es decir, por el equipo que mejor cumpliera con los acuerdos de convivencia planteados.

En el primer tiempo se establecieron acuerdos de convivencia relacionados con valores como la tolerancia, el respeto, la solidaridad, la honestidad, la asertividad y la comunicación.
En el primer tiempo se establecieron acuerdos de convivencia relacionados con valores como la tolerancia, el respeto, la solidaridad, la honestidad, la asertividad y la comunicación. | Foto: David Estrada.

Mariana Maldonado y Edison Mena, habitantes de Cúcuta e integrantes del equipo de Norte de Santander, coincidieron en el torneo tras conocerse en la Fundación Nido del Fénix. Ella, defensa, y él, delantero, fueron claves en la victoria. La experiencia en general fue hermosa, aseguró Mariana, pues además de llevarse la copa empacó para Cúcuta una lección para la vida: “con solidaridad y tolerancia hemos aprendido a jugar bien y con buen comportamiento. La principal lección que me llevo es que pude jugar libremente”, asegura Mariana, mientras que Edison destacó que poder aprender a jugar con valores y con disciplina fue una experiencia memorable.

La alegría de los padres

Mientras los niños y adolescentes entregaban en las canchas sus mejores versiones como deportistas y seres humanos, en las tribunas algunos padres que acompañaron a las delegaciones les transmitían su energía, pero por sobre todo, reflejaban la emoción de verlos en ambientes sanos y recibiendo una lección de vida con cada acción.

Milena Blanco, Nelvis Ortiz, Carmen Buitrago y Lida Guerrero, madres de Pedro Arellano, Wendy Rojas, Julián Lozano y Claudia Quintero, deportistas de Norte de Santander, no se conocían entre sí pero en la tribuna de la Marte 1 hicieron amistad y se consolidaron como una de las barras más animadas.

Aprenden a valorarse y respetarse entre ellos y a los padres, y a formarse para la vida. El deporte les ayuda a portarse bien en la casa, a ser más juiciosos y hacer otras actividades diferentes a mantenerse en la calle. Están felices y es emocionante verlos así porque se integran con amigos que antes no conocían”, señalan.

Estas madres hicieron un esfuerzo económico para acompañar y apoyar a sus hijos en Medellín. Todas coinciden que al regresar a casa esperan que cada uno repliquen lo aprendido para seguir avanzado en su proyecto de vida.

Tecnología que transforma vidas

La Copa Claro por Colombia, en palabras María Consuelo Castro, gerente de Claro por Colombia, hace parte del programa de sostenibilidad cuya meta es: Tecnología que transforma vidas, que incluye iniciativas como ¡Los niños y las niñas primero con la tecnología!, que a su vez integra la copa.

Esta copa es una estrategia para acercar a los niños y niñas a la tecnología, la educación y el deporte. Además de entregarles a los participantes herramientas que les permitan generar habilidades que les sirvan para tomar mejores decisiones en situaciones particulares de sus vidas en temas como equidad de género, prevención del embarazo adolescente, consumo de alcohol, entre otras”, afirmó Castro.

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Por ejemplo, durante la decimoprimera fecha, correspondiente al cierre de la Fase V, y previo a la última semana de competencia, los participantes realizaron los retos de Dominó y los suéteres, y Resiste y conduce, cuyo propósito fue el de fortalecer el control de emociones y la comunicación asertiva junto con los habilidades deportivas de dominio y conducción. Estos espacios contaron con el apoyo del equipo de voluntariado corporativo de Claro.

Las finales que se disputaron en Medellín fueron el punto con el que finalizó un proceso que comenzó cuatro meses atrás y del que hicieron parte 3.083 niños y adolescentes de 110 comunidades vulnerables de todo país, cuyos contextos sociales son complejos y por ende se requiere de estrategias de educación y formación en valores para que aprendan a darles manejo en comunidad.

Desde agosto se desarrollaron actividades para fortalecer las habilidades para la vida y los valores de los participantes mediante la tecnología, la educación y el deporte, bajo el liderazgo de Colombia y Fútbol con Corazón, el patrocinio de Huawei y el acompañamiento de Profamilia, con su programa Me pongo la 10 por los derechos sexuales y reproductivos.

Las finales que se disputaron en Medellín fueron el punto con el que finalizó un proceso que comenzó cuatro meses atrás.
Las finales que se disputaron en Medellín fueron el punto con el que finalizó un proceso que comenzó cuatro meses atrás. | Foto: David Estrada.

Para muchos de los participantes, entre ellos miembros de comunidades vulnerables, rurales, indígenas y afros, esta era la primera vez que salían de sus poblaciones. Nuestro sueño es el de transformar vidas con la tecnología y la conectividad”, afirmó Castro.

*Contenido elaborado con apoyo de Claro Colombia