Las autoridades locales y de Policía trabajan para generar programas de prevención como cátedras en valores, civismo y un banco de oportunidades que les permita a los jóvenes ocupar el tiempo libre de manera sana.
Las autoridades locales y de Policía trabajan para generar programas de prevención como cátedras en valores, civismo y un banco de oportunidades que les permita a los jóvenes ocupar el tiempo libre de manera sana. | Foto: Karen Salamanca / SEMANA

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Jóvenes de Quibdó: agentes de cambio y paz

Se estima que de cada 100 personas que se dedican a la delincuencia en la capital de Chocó, 95 son jóvenes. Arrebatarles esta población a los grupos armados es la tarea del gobierno local y las organizaciones internacionales.

11 de mayo de 2021

Por: Marcela Díaz Sandoval*

Familiares, alegres, perseverantes y resilientes. Así son los habitantes de Quibdó. A punta de fe y optimismo enfrentan crisis como la que atraviesan hoy, pues la ciudad es víctima de una devastadora ola de violencia que las autoridades combaten a través de programas sociales y de acciones certeras para dar con la captura de quienes atentan contra la seguridad de la población.

No han sido meses fáciles. Quibdó se convirtió en noticia nacional a causa de homicidios, robos, extorsiones y actos delincuenciales. En medio de este panorama, el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, aseguró que “en coordinación con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación destinaremos un grupo especializado de operaciones, inteligencia y Policía Judicial con el fin de desarticular las estructuras criminales que delinquen en la región, atacando el hurto, las lesiones personales y los homicidios”.

Detrás de los crecientes números de violencia en la capital del Chocó hay un contexto social que juega un papel crucial. Héctor Trujillo Chaverra, secretario de Gobierno de Quibdó, explica que en la ciudad confluyen personas desplazadas de otros municipios que llegan en categoría de víctimas y que viven difíciles situaciones económicas. A esto se suma la presencia de disidencias de las Farc, del ELN y de combatientes de cinco grupos delincuenciales que están en constante confrontación con el Clan del Golfo.

“Es importante recordar que nuestro municipio hace cuatro años estaba en sexta categoría a nivel fiscal y hoy nos ubicamos en tercera. Sin embargo, ir pagando nuestras deudas nos ha limitado en recursos para satisfacer las necesidades básicas, como educación y salud, para una población de más de 200.000 habitantes, situación que los delincuentes han usado como excusa para arrebatarnos a los jóvenes”, asegura Trujillo.

Se estima que de cada 100 personas que se dedican a la delincuencia en Quibdó, 95 son jóvenes y menores de 25 años. Esta situación tiene en alerta al gobierno local y a organizaciones internacionales, que han empezado a crear iniciativas para rescatar a este grupo poblacional de la violencia.

Una de ellas es el proyecto Viva en Paz, que promueve la Secretaría de Gobierno junto con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, cuyo objetivo es cobijar a por lo menos 100 jóvenes y darles incentivos, apoyarlos en el estudio y mostrarles que existen caminos como el deporte para hacer realidad sus sueños.

En coordinación con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación se destinará un grupo especializado de operaciones, inteligencia y Policía Judicial para desarticular las estructuras criminales que delinquen en la región.
En coordinación con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación se destinará un grupo especializado de operaciones, inteligencia y Policía Judicial para desarticular las estructuras criminales que delinquen en la región. | Foto: SEMANA

Otro programa destacado es el de Alianzas para la Reconciliación, que desde hace cuatro años promueve ACDI/VOCA en el Barrio El Reposo, uno de los más estigmatizados de la ciudad. Ya son más de 400 jóvenes los que han participado en el proceso y quienes, a través del acompañamiento psicosocial y la ocupación del tiempo libre, han ido frenando su participación en bandas y actividades delincuenciales.

De acuerdo con Niza Uribe, directora Regional de Chocó de ACDI/VOCA, “con ellos trabajamos en baile, música, teatro, robótica, y se han ubicado en esos nichos de acuerdo a su vocación. Tenemos a 260 jóvenes que bailan mañana, tarde y noche porque lo asumen como una forma de resistencia. Las necesidades siguen siendo las mismas en un círculo de pobreza que intenta sumergirlos, pero ellos deciden exorcizar todas esas emociones con movimientos corporales”.

Pese a que los retos en términos de seguridad ciudadana siguen siendo muchos -entre ellos devolverle la tranquilidad y el ambiente de convivencia a los habitantes y evitar que niñas, niños y jóvenes sigan integrando esas filas de grupos al margen de la ley- es importante hablar de los logros obtenidos por la Policía Nacional, que hasta marzo de este año había capturado a 68 integrantes de los grupos conformados por Los mexicanos, Los Locoya, Los rapados, Los palmeños, Los del Kennedy, y 22 miembros del Clan del Golfo.

“Más allá de las capturas buscamos generar programas de prevención. Queremos llegar a los niños en primaria con cátedras de formación en valores, cultura de legalidad y de civismo. Y en la secundaria, hacer un banco de oportunidades que les permita ocupar el tiempo de ocio sanamente”, concluye el Coronel Clauder Antonio Cardona, comandante del Departamento de Policía del Chocó.

*Periodista