Carolina Reyes y su mamá, Laura Jaramillo.
Carolina Reyes y su mamá, Laura Jaramillo. | Foto: Cortesía Lauh

Emprendimiento

Negocios entre madres e hijas, toda una ciencia

Emprender en familia no es fácil. Laura Jaramillo y Carolina Reyes lo comprobaron con su empresa Lauh 635, un exitoso modelo de negocio que busca contribuir a través de productos con ingredientes activos naturales a que las mujeres se sientan más cómodas con su cuerpo. Una historia para conmemorar el Día de las Madres.

29 de mayo de 2021

El vínculo entre una madre y sus hijos es inquebrantable y definitivo. Hay muchas formas de vivirlo, incluso, puede trascender las fronteras del hogar para convertirse en un lazo laboral. Así les pasó a Laura Jaramillo y a su hija, Carolina Reyes, fundadoras de Lauh 365, una empresa de productos corporales a base de ingredientes naturales que ayudan a reducir medidas y a eliminar la celulitis, piel de naranja y estrías, entre otras bondades.

Las dos vienen de dos mundos laborales muy diferentes. Laura es odontóloga de profesión, pero una de sus grandes pasiones es la historia del arte y por varios años tuvo su propia galería, La localidad, en Usaquén, al norte de Bogotá. Carolina, por su parte, es comunicadora social y periodista con maestría en mercadeo y relaciones públicas. Justamente, cuando estaba cursando el posgrado en Estados Unidos, Laura empezó a plantearse la idea de crear un producto que ayudara a las mujeres colombianas a sentirse más cómodas con su cuerpo. “Con la edad empiezan a aparecer gorditos y celulitis. Es inevitable. Pero me dediqué a investigar qué activos naturales podrían ayudarnos a combatirlos sin ser agresivos con nuestro cuerpo”, cuenta.

Aceite de cannabis, de naranja, de limón, de eucalipto, vitamina E, extracto de caléndula y de té son algunos de los activos naturales que se encuentran en los productos de Lauh 365 y que potencian su efectividad. Tras un año de rigurosa investigación y desarrollo, los productos de la marca ya estaban saliendo del laboratorio con todos los certificados exigidos en Colombia. Esto coincidió con el regreso de Carolina al país, quien durante su estancia en el extranjero descubrió su gusto por el ejercicio, la alimentación saludable y el bienestar emocional y espiritual. Así que decidieron lanzar la marca entre las dos y unir sus conocimientos.

Desde que empezamos con este proyecto me he dedicado a estudiar. Constantemente estoy haciendo cursos y terapias. El bienestar del cuerpo humano va más allá de una alimentación saludable y del ejercicio, también influyen mucho tus relaciones interpersonales, espiritualidad y crecimiento como persona. Está claro que a punta de productos corporales no vas a conseguir una figura 90-60-90, pero nuestro único fin es ayudar a la comunidad a sentirse un poco más cómoda con su figura corporal”, explica Carolina.

Además de enfrentarse a los retos generales de emprender en Colombia, Laura y Carolina han tenido uno extra: manejar su relación como madre e hija mientras sacan adelante su negocio. No ha sido fácil, aseguran. “Cuando Carolina llega empieza a haber algunos tropiezos y roces. Ella trae algunos conocimientos y yo por mi parte ya tengo otra experiencia. Cuando vimos que se nos estaba enredando decidimos dividirnos el trabajo”, cuenta Laura. Carolina maneja la parte comercial, la comunicación, la divulgación y el contacto directo con las clientas, mientras que su mamá se encarga de la parte administrativa y financiera. Eso sí, están en constante comunicación para evaluar el desempeño de la empresa y plantear nuevas estrategias.

Mi mamá y yo somos polos opuestos, pero hemos tenido un proceso muy lindo gracias a la empresa, porque me ha hecho ser más consciente de mí misma. Para mí, la relación con la mamá es todo en la vida, y creo que uno muchas veces como ser humano se pone en la posición de juzgar al otro y no hace la tarea de autoevaluarse. Trabajando con mi mamá he aprendido a revisarme constantemente para mejorar”. Laura, por su parte, cuenta que una de las grandes lecciones que le ha dejado trabajar con su hija es aprender a dejarla equivocarse, porque “esa es la única forma que tenemos de aprender, y a eso vinimos”.

Hoy, afirman ambas, su relación es más sólida y han aprendido a sortear los problemas con amor y respeto. Entre tanto, siguen soñando juntas y ahora quieren alcanzar la meta de llevar los productos de Lauh 365 a otros mercados.