Otro crack por fuera: Neymar se va de Rusia

Otro crack del fútbol empaca maletas y se va de Rusia con las manos vacías. Brasil, el favorito del Mundial, había llegado con confianza de ser protagonista del torneo, de ser finalista, en realidad.

Pero como se ha visto en los partidos, y se ha escuchado, leído y repetido en los medios, este es un Mundial raro. Primero cayó Messi, que con casi toda su selección intentó hacerse a un lado del técnico Jorge Sampaoli por improvisador. Luego fue Cristiano Ronaldo, que chocó contra una muralla charrúa con tantas garras que salió aruñado. Y el Ronaldo opcaco de ese día no pudo echarse a Portugal al hombro y perdió 2 a 0 con un Cavani que brilló como una estrella, hasta que llegaron Mbappé y sus secuaces.

Y el último fue Neymar. Contra Bélgica, el verdugo, lo intentó todo. Corrió todo el medio campo, hizo pases, amagó a los gigantes defensores belgas, hizo centros, se aventuró a meterse entre murallas rojas para llegar a la portería. Pero nunca apareció su gol del empate.

En el primer encuentro contra Suiza casi no apareció, intentó por derecha, por izquierda pero al final el gol ese día le tocaba a Coutinho, otro crack, que anotó uno de los golazos del Mundial. El partido terminó 1 a 1 y el Brasil candidato comenzaba con el pie izquierdo.

Pero luego Neymar recordó que es uno de los mejores jugadores del mundo. Y contra Costa Rica anotó el primero. Gracias a un centro desde la derecha, solo la empujó con la punta del guayo. Brasil volvió a ser Brasil. Coutinho anotó el segundo. Sobre el final Neymar le regaló al mundo esa linda jugada que poco se ve en el fútbol, una bicicleta que burló a un defensa costarricense, y al final fue tiro de esquina.

Contra Serbia los brasileños renovaron la confianza. Ganaron 2 a 0. Y contra México, esa temida selección que derrotó a la todopoderosa Alemania, Brasil resucitó el fútbol lindo, alegre. Fue una fiesta. El Joga Bonito. El 10 del Paris Saint Germain anotó el segundo del partido –también el segundo con su firma-. Y México, con Juan Carlos Osorio como capitán del barco, se volvió a hundir en octavos, viendo como el anhelado quinto partido se les iba de las manos.

Pero con Neymar no todo puede ser fútbol. Pues las redes sociales le han reclamado sus actuaciones exageradas. Contra los mexicanos fue pisado en el tobillo, con el juego detenido y fuera de la cancha, pero su exageración también dio de qué hablar. “Payasada”, así fue como Osorio bautizó ese hecho.

Memes hay de todos los tipos. Neymar rodando y rodando por avenidas y derrumbes en el Ártico. Niños en escuelas que conducen en balón y cuando el profesor pita todos se tiran al suelo, en forma de burla.

Brasil pasó a cuartos. Bélgica también y sufriendo. Con un 2 a 0 abajo contra los humildes e ingenuos japoneses, que no supieron terminar el partido que tenían en el bolsillo.

La verdeamarela salió con todo su arsenal para llegarle a Bélgica. Pero al minuto 12 Firminho pecó y la metió en su propio arco. Autogolazo. Y luego Kevin de Bruyne pegó un potente disparo que Allison no pudo detener.

Neymar despertó. Dejó las tablas y se dedicó al fútbol. Se tiraba, pero ya no exageraba. Esquivaba belgas que parecían gigantes al lado suyo, repartía juego. Creó asociaciones que funcionaron. Sobre el minuto 90, cuando Renato Augusto ya había descontado, pegó un disparo tan preciso a la esquina superior izquierda, pero Courtois se estiró como si tuviera superpoderes e impidió que entrara el empate.

Neymar no lo logró. Por más equipo que tuviera, por más juego bonito que haya resucitado de sus ancestros pentacampeones. Pitazo final. De los mejores juegos que se han visto en Rusia.

El 10 se puso de cuclillas y se tapó la cara. Le toca empacar maletas.