| Foto: Getty Images / Andrew Halseid-Budd

RUSIA 2018

Así juega Polonia, el segundo rival de Colombia en Rusia

Polonia tiene al 9 más peligroso del mundo: Robert Lewandowski, quien juega con James Rodríguez en el Bayern Munich.

Martín Lleras Jacobsen*
1 de junio de 2018

"Mi hermano James, recuerdo tus grandes goles durante la pasada copa del mundo, espero que tú también recuerdes los que voy a hacer en Rusia", twitteó el delantero polaco Robert Lewandowski cuando supo que estaría con Colombia en el Grupo H. Directo, frío, confiado de sí mismo, así es el ‘amiguito’ que James hizo en el Bayern Munich. No es para menos, viene de anotar 16 goles en los 10 partidos de la eliminatoria europea y su Polonia –acá aplica el posesivo– se clasificó como cabeza de grupo al mundial.

Robert, claro, es el nombre que desde ya nos tiene preocupados. Sin embargo, suponer que Polonia es uno solo sería un gran error. Desde que en 2013 Adam Nawalka asumió la dirección técnica del equipo ha habido una revolución. Tras 12 años de ausencia vuelven a la gran cita y lo hacen con un onceno que tuvo una excelente Eurocopa en 2016.

No será la mítica selección de Zbigniew Boniek que fue tercera en España 82, pero funciona bien y tiene nombres de elite. El secreto está en una columna vertebral sólida que arranca con Szczesny, un arquero que ha atajado –sin ir muy lejos– en el Arsenal, la Roma y la Juve; la crema del fútbol europeo. Luego viene Kamil Glik, el escudero de Falcao en el Mónaco y un central agresivo e implacable en ambas áreas. El timón del equipo se llama Grzegorz Krychowiak. Este es una joya: organiza, quita, juega hacia delante y, si le dan espacio, te pisa el área rival. Ya quisiera Colombia tener uno así.

Atención: la banda derecha de los polacos será un parto. ¿Le suena la dupla Blaszczykowsk-Piszczek? Seguro. ‘Kuba’ y Lukasz, el extremo y el lateral que junto a Lewandowski hicieron parte del fenomenal Borussia Dortmund que en 2013 estuvo cerca de ganarle la Champions al Bayern del triplete.

La idea inicial del entrenador era jugar con dos puntas, pero la desafortunada lesión de Arkadiusz Milik, el complemento perfecto de ‘Lewy’, trastocó los planes. El director técnico cambió a un 4-4-1-1 y puso a Piotr Zielieski por detrás del punta. Aunque tuvo que adelantar su posición natural, y a pesar de ser uno de los más jóvenes del plantel, el jugador del Nápoli se ha convertido en el pegante que une al resto de las fichas. Si Carlitos Sánchez no lo ajusta, vamos a sufrir.

Decir que Lewandowski es el mejor 9 del mundo no es exagerado. Es el hombre por marcar, y si Polonia pasa a la siguiente ronda, en gran parte será por su figura. Pero no nos confundamos, este es un equipazo.

Una postal inolvidable

Nuestra historia con los polacos es a simple vista insignificante. A ver, nos hemos enfrentado siete veces, la primera en 1980 y la última en 2006: ganamos cuatro partidos, perdimos dos y empatamos uno. Puros ‘amistositos’. Lo más estimable, si acaso, fue el 2-1 a favor en la segunda edición de la Marlboro Cup, un torneo amistoso que sirvió como preparación para Italia 90.

Sin embargo, hubo un Polonia-Colombia que dejó una postal histórica. Ellos se habían clasificado a Alemania 2006 y en el grupo se enfrentaban con Ecuador. Para foguearse con un equipo similar reservaron un amistoso con nosotros.

El partido se jugó en Polonia. En Colombia lo más destacable eran Freddy Guarín y Fabián Vargas. De ahí para abajo venían Jairo Patiño, Tressor Moreno y Luis Yánez (¿quién no recuerda a Luchito?). Eran otros tiempos, días más austeros. Aun así, supimos ponernos 0-1, luego de que un tiro libre directo rebotara en Elkin Murillo y se desviara.

El 0-2 fue otro chiripazo, y lo mejor del partido: el primer gol de cancha a cancha de nuestra historia. Un tal ‘Neco’ Martínez sacó de aire, largo, larguísimo, a cualquier parte. El balón voló, y voló, y picó en la media luna del área de Polonia. El arquero Tomasz Kuszczak, que no estaba particularmente salido, retrocedió, miró el balón, saltó como un conejo y escondió las manos. Se confió. Golazo.

El relato de Javier Fernández es lindo: la incredulidad seguida de la emoción. Después de lo que pase en Rusia, bueno o malo, esto dejará de ser lo único memorable que compartan estas dos selecciones.

*Editor de ‘hablaelbalon.com‘