Brasil frustrado por dificultad para salida de Zelaya

El gobierno de facto ha sido fuerte mente criticado por condicionar la concesión del salvoconducto de salida a Zelaya para que firmara un documento en el que renuncia a su condición de presidente.

10 de diciembre de 2009

Brasil, que hospeda al presidente depuesto de Honduras en su embajada en Tegucigalpa, expresó el jueves su frustración por la imposibilidad de lograr que Manuel Zelaya pudiera salir a México, como se intentó la víspera.

"Claro que es una frustración para todos los que queremos soluciones pacíficas para esa cuestión (en Honduras)", dijo el canciller brasileño Celso Amorim. "Debe ser una frustración muy grande también para Estados Unidos".

Sin embargo, el ministro criticó que el gobierno de facto condicionara la concesión del salvoconducto de salida a que Zelaya firmara un documento en el que renuncia a su condición de presidente.

"Esa actitud de humillar al presidente Zelaya, querer que firme documentos, es algo que nunca vi. Nunca vi que un país quiera que alguien firme condiciones previas (para conceder un salvoconducto), eso es totalmente inaceptable", declaró Amorim en una entrevista con radioemisoras en todo Brasil.

Zelaya, derrocado el 28 de junio de la presidencia de Honduras, se instaló en la embajada brasileña en setiembre después de ingresar subrepticiamente a su país.

Brasil y sus socios del Mercosur se negaron a reconocer las elecciones del 29 de noviembre, en las que resultó electo Porfirio Lobo, por haberse celebrado bajo el régimen golpista.

Amorim confió en que se podrá encontrar una solución a la crisis política en Honduras, pero consideró que se necesitará más presión sobre el régimen golpista del país centroamericano.

"Es cuestión de saber hasta dónde llega la paciencia del mundo en relación con un gobierno que está violando constantemente las normas del derecho internacional, inclusive violando las resoluciones de la OEA (Organización de Estados Americanos) y las disposiciones adoptadas por la ONU", agregó.

Pidió por ello que los países que tienen una relación más cercana con los golpistas en Honduras "les muestren la sensatez de que les conviene autorizar la salida de Zelaya para permitir algún tipo de reconciliación nacional".

AP.