CUBA

Cuba acusa a EEUU de provocación un día después de charlas

El gobierno cubano acusó al estadounidense el sábado de falta de voluntad real para mejorar las relaciones con la isla.

20 de febrero de 2010

LA HABANA (AP) — El gobierno cubano acusó al estadounidense el sábado de falta de voluntad real para mejorar las relaciones con la isla, y de aprovechar la visita de sus funcionarios, quienes viajaron para analizar problemas migratorios, para realizar actos de "provocación".

"Contrario al espíritu de cooperación y entendimiento mostrado por la parte cubana, una vez efectuadas las conversaciones migratorias, la delegación norteamericana convocó a decenas de sus mercenarios", indicó una nota de la cancillería isleña difundida el sábado.

El comunicado hizo así alusión a un encuentro de la delegación estadounidense encabezada por Craig Kelly, el subsecretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental y el funcionario de mayor jerarquía que viaja a Cuba en varios años, con disidentes en la noche del viernes.

El gobierno estadounidense demostró "nuevamente que sus prioridades se relacionan más con el apoyo a la contrarrevolución...que con la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales", agregó el mensaje oficial.

Según este comunicado, se había advertido a los visitantes sobre el rechazo cubano a organizar "un evento provocador" de este tipo, al que se calificó en el documento como "ajeno al espíritu de las conversaciones migratorias".

En otras ocasiones funcionarios estadounidenses de visita en la isla organizaron encuentros similares.

La ronda del viernes fue la segunda —la primera se desarrolló en julio en Estados Unidos— desde que el presidente Barack Obama asumió la titularidad de la Casa Blanca, pues su predecesor George W. Bush la suspendió a la par que endurecía las sanciones contra la isla.

Tras la reunión del viernes ambas delegaciones emitieron comunicados en los cuales hablaban del clima "respetuoso" de las mismas. Cuba dijo además que se habían tratado "aspectos" de un nuevo convenio migratorio, propuesto por la isla en la edición de julio, donde además sugirió firmar algunos más en materias como combate al narcotráfico y al terrorismo.

Posteriormente Kelly convocó a un grupo de disidentes a la residencia del jefe de la Oficina de Estados Unidos en la capital, donde compartió con ellos por dos horas.

"Estábamos como 40 de nosotros, un número crecido de representantes de la sociedad civil", confirmó a la AP el activista de derechos humanos, Elizardo Sánchez.

"Hablé como media hora con Kelly...él fue muy discreto, pero aproveché para expresarle mi escepticismo sobre que el gobierno de Cuba responda (positivamente) a pasos o gestos de Obama", indicó Sánchez. "No veo al gobierno (cubano) dispuesto a trabajar para normalizar las relaciones".