Piden a los cascos azules en México

Se trata de una acción desesperada, debido a que no cesan los secuestros, extorsiones y asesinatos que padece la población.

Alianza BBC
BBC MUNDO
13 de noviembre de 2009

En Ciudad Juárez la violencia llegó a tal nivel que empresarios locales solicitaron la intervención de fuerzas de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU), conocidos como cascos azules, para que ayuden a combatir a los carteles de la droga que disputan el control de la zona.

Se trata de una acción desesperada, porque las autoridades mexicanas no han terminado con los secuestros, extorsiones y asesinatos que padece la población, afirmaron los empresarios.

"Los cascos azules pueden ayudarnos a detener esta ola de violencia y el baño de sangre que vivimos todos los días", le dijo a BBC Mundo Soledad Maynéz, presidenta de la Asociación de Maquiladoras de Ciudad Juárez (AMCJ).

En respuesta, el presidente Felipe Calderón dijo que México no aceptaría ninguna intervención extranjera en el país. La tarea que realiza el Ejército contra el narcotráfico es adecuada, insistió.

Tampoco el gobierno de Ciudad Juárez aceptó la propuesta de los empresarios. Sergio Belmonte, portavoz del ayuntamiento, recordó que la Constitución mexicana prohíbe la entrada de fuerzas extranjeras.

"Es una ocurrencia, muy respetable, pero no estamos en una situación como Bosnia ni vivimos una guerra civil", dijo en conversación con BBC Mundo.

Éxodo empresarial
La solicitud de los empresarios de Ciudad Juárez revela la desesperación por la ola de violencia que padece la zona desde el año pasado.

El gobierno federal ha reconocido que la ciudad, colindante con Estados Unidos, es la más violenta de México. Entre enero y octubre pasados en la ciudad se cometieron 1.986 asesinatos, según estadísticas oficiales.

La cifra representa la tercera parte de las ejecuciones cometidas en todo el país.
Más de 6.000 negocios han cerrado por la inseguridad y muchos de sus propietarios emigraron a la vecina ciudad de El Paso, Texas, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio local, Daniel Murguía.

Los pobladores de la ciudad, y en especial los empresarios, viven bajo la amenaza constante de extorsiones o el riesgo de ser secuestrados, afirmó la presidenta de la AMCJ.

"Los extorsionadores, cuando no son atendidos, queman los negocios o asesinan a hijos de empresarios", aseguró.

Es un círculo vicioso que no se ha logrado romper: con el cierre de negocios aumenta el desempleo, y con ello suben también los delitos.

Ejemplos pasados
La propuesta de invitar a los cascos azules surgió a partir de un ejemplo reciente, cuando madres de mujeres asesinadas demandaron la intervención de organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Eso bajó los homicidios de mujeres, y entonces pensamos que tal vez la ayuda internacional sirva para terminar con la inseguridad", explicó Soledad Maynéz.
Los empresarios pretenden solicitar apoyo a la CIDH para gestionar el envío de las fuerzas de paz de la ONU, o alguna otra organización internacional que colabore a combatir la delincuencia.

Los cascos azules no reemplazarían a los soldados y policías que operan en la zona, pues la intención de los empresarios es que apoyen con tareas de inteligencia para combatir a los narcotraficantes y secuestradores.

Según la fiscalía general de México, el control de la zona es disputado por los carteles de Sinaloa, que encabeza Joaquín Guzmán (conocido como el Chapo), y el de Juárez, de la familia Carrillo Fuentes.

Sin embargo, la petición de ayuda a la ONU no parece tener mucho futuro.
De acuerdo con su legislación interna, los cascos azules son un cuerpo de paz que sólo puede enviarse a un territorio por el Consejo de Seguridad de la ONU, y generalmente con la petición de un estado.

Según fuentes oficiales, el gobierno mexicano no pretende hacer esta solicitud.