Reunión cumbre del Mercosur en Asunción

RAUL O. GARCES
12 de junio de 2009

MONTEVIDEO (AP) — Los presidentes de los países miembros del Mercosur se reunirán el 4 de julio en Asunción con motivo de la sesión semestral del organismo, en medio de persistentes problemas de relacionamiento y dificultades comerciales.

El Consejo del Mercado Común, integrado por los ministros de relaciones Exteriores y de Economía, se reunirá un día antes de la llegada de los mandatarios para elaborar la agenda correspondiente, según la página digital de la entidad.

En carpeta, los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay tienen ante sí un camino para nada claro, pues persisten los problemas que aquejan al bloque comercial creado en 1991 por el Tratado de Asunción.

Además de los mandatarios de los países fundadores, se espera la presencia de los presidentes de los asociados, Chile y Bolivia, y los de la Comunidad Andina de Naciones, Colombia, Ecuador y Perú.

Venezuela, cuya adhesión al Mercosur fue aceptada, aún no completó el recorrido formal, pues los congresos de Brasil y Paraguay no la han ratificado. Recientemente, autoridades brasileñas reclamaron al Senado la ratificación de Venezuela, lo que ya hizo la Cámara de Diputados.

La renuencia de los senadores brasileños se debe a que hace algún tiempo fueron tildados de "loros de Washington" por el presidente Hugo Chávez, después que los legisladores criticaron el cierre de la empresa de televisión RCTV.

Entre otros temas, figura la ausencia de decisión para nivelar las llamadas asimetrías económicas entre los socios fundadores, lo que afecta a Paraguay y Uruguay.

También aparece el tema de las dificultades comerciales, que están siendo denunciadas por medidas que se aplican unilateralmente, como las demoras para extender los permisos de importación, una medida que aplicó la Argentina y retrasa el tráfico comercial intra-Mercosur.

También persiste sin cambio visible la confrontación entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, en la medida que uno de los tres puentes internacionales que unen a los dos países se mantiene bajo dominio de piqueteros argentinos desde hace casi tres años, en protesta por la instalación de una fábrica de celulosa sobre el compartido Río Uruguay.