GOLPE EN HONDURAS
Ultimátum de la OEA a golpistas
La Organización de Estados Americanos (OEA) dio un ultimátum al gobierno interino de Honduras para la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya, o de lo contrario el país será suspendido del organismo.
Zelaya agradeció la medida, que según dijo "tiene una fuerza inconmensurable", y reiteró su condena al gobierno interino del país, cuyas acciones -aseguró- son "un retroceso para América".
El secretario general del organismo, José Miguel Insulza, dijo que el gobierno interino de Honduras -designado por el Congreso tras la remoción de Zelaya- tiene 72 horas para devolverle el cargo a Zelaya.
"El plazo de 72 horas se cumple el sábado", aclaró durante un receso del 37º período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la organización regional.
Manuel Zelaya ha dicho que planea regresar a Honduras este jueves, tanto el mandatario depuesto como el secretario general de la OEA insinuaron que el viaje podría aplazarse para el fin de semana.
Insulza reiteró la condena unánime de los miembros de la OEA al golpe de Estado del pasado domingo y exigió el restablecimiento del orden democrático en Honduras. Además deslegitimó las acusaciones del gobierno interino contra Zelaya, diciendo que hay una "falta de credibilidad esencial" en su origen.
Si el gobierno del presidente interino, Roberto Micheletti, desoye el ultimátum de la OEA, el organismo procederá suspender a Honduras de la organización, con las consecuentes repercusiones económicas y aislamiento diplomático.
Ningún país miembro ha sido expulsado de la organización desde que en 1962 fuera suspendida Cuba.
"No quedarán impunes"
En su alocución ante cancilleres y embajadores de los distintos países miembros de la OEA, Zelaya afirmó que él "como cristiano" podría disculpar a los golpistas, pero aseguró que la justicia y la historia no los perdonarán.
La resolución de la OEA "condena un acto de agresión contra todas las sociedades" y garantiza que "no queden impunes", dijo el mandatario depuesto.
Insulza, por su parte, explicó que si el gobierno interino incumple el plazo impuesto por el organismo, "no será a Honduras que estaremos suspendiendo, sino a los usurpadores".
El secretario general, que convocó una nueva sesión para el sábado 4 de julio, reconoció que aunque puede haberse generado un gran descontento por la consulta popular para una reforma constitucional -que hubiese dado a Zelaya la posibilidad de reelegirse-, "sacar al presidente a empujones en la noche, para echarlo del país, no es la forma aceptable en ningún caso para discutir un tema político".
El secretario general agregó que el objetivo del rechazo de la OEA al gobierno interino de Micheletti es "demostrar claramente que los golpes militares no van a ser aceptados... Hay que reaccionar muy duramente contra eso, y la comunidad internacional lo está haciendo así".
Resolución de la ONU
El ultimátum se dio a conocer después de que el gobierno interino hondureño desautorizara a los actuales embajadores del país ante la OEA, Carlos Sosa, y ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jorge Arturo Reina, a representar al país.
También durante la jornada del martes la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución en la que pide la "inmediata e incondicional" restitución del depuesto presidente.
La resolución insta a todos los países a que no "reconozcan a otro gobierno que no sea el constitucional" encabezado por el propio Zelaya.
Hablando ante la Asamblea General, Zelaya condenó de nuevo lo que denominó como golpe militar en su contra y aseguró que no busca la reelección, el tema que llevó a su remoción del cargo.
Por otro lado, el gobierno interino insiste en negar que se trate de un golpe de Estado, y asegura que la destitución se realizó a través de un procedimiento legal.
Se supo la víspera que lo hará acompañado por los mandatarios Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, y Rafael Correa, de Ecuador; además del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y del titular de la asamblea general de la ONU, Miguel d'Escoto.
Desde el gobierno interino se hizo saber que se respetará a los presidentes de otros países y a funcionarios de los organismos internacionales, pero advirtieron que Zelaya será arrestado y trasladado a una cárcel.
A favor de Micheletti
Este martes los seguidores del presidente interino salieron a las calles de Tegucigalpa sin encontrar oposición alguna,a diferencia de los incidentes que se produjeron el lunes, cuando las fuerzas de seguridad dispersaron a unos 2.000 partidarios de Zelaya.
El propio Micheletti, secundado por los mandos militares, se presentó ante sus partidarios y pronunció un encendido discurso en el que anticipó que su gobierno no cederá a ningún tipo de presión internacional.
"Escuché a un señor de Venezuela que iba a venir a atacar a Honduras… mi contestación fue: señor, en este país (…) somos siete millones y medio de soldados", dijo.
En otro tramo de su alocución, el presidente interino afirmó: "He asumido este reto por seis meses, porque el 29 de noviembre todos ustedes y todo el pueblo de Honduras va a ir a escoger a su próximo presidente".
La manifestación fue convocada por la Unión Cívica por la Democracia, una organización que aglutina a diversos sectores que respaldan al gobierno interino.
Los hondureños que se oponen al golpe de Estado también han organizado en las últimas horas plantones en la capital y tomas de carreteras muchos departamentos del país.
De acuerdo con registros de ONGs hondureñas consultadas por BBC Mundo, las marchas y protestas tuvieron especial incidencia en el norte, occidente y oriente del país.
Toque de queda extendido
La enviada especial de BBC Mundo a Tegucigalpa, Cecilia Barría, dijo que a pesar del golpe de Estado, muchos hondureños siguen desarrollando su vida con normalidad.
"Los establecimientos comerciales estaban abiertos, lo mismo los bancos y organismos públicos. Mucha gente teme que se produzcan incidentes violentos pero la ciudad no se ha paralizado. Hay incertidumbre y miedo sobre lo que va a ocurrir en los próximos días".
Algunos de los participantes en una manifestación a favor del nuevo gobierno de Micheletti realizada en el Parque Central de Tegucigalpa lanzaron advertencias respecto a una posible escalada de violencia.
El toque de queda que originalmente se había decretado hasta el martes, fue extendido hasta el próximo viernes.