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Barack Obama y Raúl Castro. | Foto: Efe

INTERNACIONAL

El mundo acoge con entusiasmo el acercamiento

Mandatarios de Occidente hicieron un llamado a trabajar por la normalización de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

17 de diciembre de 2014

El anuncio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se acogió este miércoles en el continente americano y en Europa como un gesto valiente, que debería implicar la salida de Cuba de su aislamiento.

El papa Francisco, uno de los principales artífices de este acercamiento, fue el primero en celebrar esta "histórica decisión", anunciada un poco antes de manera simultánea en Washington y en La Habana por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro.

"El Santo Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los gobiernos de Estados Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente", anunció un comunicado del Vaticano.

La Santa Sede confirmó igualmente que acogió en octubre delegaciones de ambos países y ofreció sus "buenos oficios" como mediador entre las partes.

Canadá, que albergó también a "altos dirigentes de Estados Unidos y de Cuba", felicitó a los dos gobiernos "por su diálogo y sus negociaciones, que dan sus frutos y conducirán a relaciones normalizadas", indicó Stephen Harper, primer ministro de uno de los pocos países americanos en haber mantenido las relaciones diplomáticas con Cuba tras la revolución de 1959.

Los países latinoamericanos reunidos en la cumbre número 47 de Mercosur en Argentina celebraron este paso hacia la paz en el continente.

"El gesto de Obama (es) de valentía y necesario en la historia, da un paso sin precedentes", aseguró el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para quien esta decisión es una "rectificación histórica" y una "victoria de la moral", una "victoria de Fidel" Castro, una "victoria histórica del pueblo cubano".

Al sur de Washington, muchos países esperan que este acercamiento con Cuba suponga "el inicio del fin de la Guerra Fría en el hemisferio americano", en palabras del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, gran aliado de Estados Unidos en la región.

En Europa, las reacciones tampoco se hicieron esperar. La Unión Europea celebró este "histórico giro" en las relaciones entre ambos países. "Hoy, un nuevo muro comenzó a caer", indicó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

"El acuerdo alcanzado es un hecho de enorme relevancia: después de 50 años ambos países restablecen relaciones diplomáticas plenas y se suaviza una parte del embargo", aseguró el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo.

Alemania calificó el anuncio de "muy buena noticia en estos tiempos ricos en conflictos", recordando que en el 2013, la Unión Europea ya había abierto un diálogo con Cuba, especialmente en el campo de los Derechos Humanos.

Por su parte, Francia esperó que este acercamiento implique "el levantamiento del embargo" a Cuba, declaró el canciller francés, Laurent Fabius.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, "saludó calurosamente" la decisión de Estados Unidos y Cuba, a los que ofreció su ayuda para desarrollar las "relaciones de buena vecindad".