Adiós a Alexis

Miles de nicaragüenses despidieron, en medio de la incredulidad generalizada, a su máxima figura deportiva, Alexis Argüello. Según informes policiales, el ex boxeador convertido en alcalde de Managua se habría suicidado de un disparo en el pecho. Proveniente de un barrio pobre de la capital, Argüello obtuvo 80 victorias desde cuando en 1968 inició su carrera, lo que lo convirtió en uno de los boxeadores más importantes del mundo en los años 70 y 80 y en uno de los pocos que han ostentado simultáneamente el título de dos categorías. Ingenuo y sencillo, aceptó los homenajes del dictador Anastasio Somoza y fue opositor de los sandinistas. Pero, aunque éstos al derrocar al déspota le confiscaron sus bienes y lo obligaron a exiliarse en Estados Unidos, recientemente y en medio de problemas económicos aceptó convertirse en candidato oficialista a la Alcaldía de Managua, que ganó en unas elecciones consideradas fraudulentas por la oposición. Durante sus últimos años había sufrido depresión, a lo que contribuyeron sus problemas con el alcohol y las drogas y la sensación de ser un títere de la política.