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AL FILO DE LA SOSPECHA

Con la detención del subprocurador Mario Ruiz Massieu, la crisis de corrupción se une a la económica para completar un siniestro panorama en México.

10 de abril de 1995

LOS MEXICANOS NO SALEN DE SU ASOMBRO. Luego de dos semanas llenas de incidentes espectaculares, el convencimiento general es que cualquier cosa puede pasar en este país. Sobre todo después de la detención en Estados Unidos de Mario Ruiz Massieu, subprocurador y hermano de Francisco, el asesinado secretario general del Partido Revolucionario Institucional, autor del polémico libro Yo acuso, y que en los últimos meses denunció a la dirigencia priísta por obstaculizar la investigación del asesinato, que le había sido encomendada por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
A Mario se le volteó el Cristo de espaldas. Después de rendir su primera indagatoria por la acusación de obstaculizar las pesquisas, tomó un avión a Houston y allí fue detenido por ocultar el monto de los dólares con los que viajaba. Ahora, México pide su extradición por encubrir al principal sospechoso de la muerte de su hermano, Raúl Salinas de Gortari (hermano de Carlos) y Estados Unidos investiga su insólita fortuna, calculada en 17 millones de dólares, cantidad que difícilmente se consigue con un salario. Se dice que esos fondos provienen del cartel de Golfo, que le habría pagado por no detener nunca al conocido narcotraficante Juan García Abrego, hoy parte de la lista estadounidense de los 10 hombres buscados por el FBI.
Para Carlos Ramírez, columnista del diario El Financiero, el ex presidente Salinas está nervioso con la posible extradición de Mario Ruiz, "si el subprocurador dice lo que todos sospechamos -que el presidente Carlos Salinas le pidió salvar a Raúl- entonces los escenarios para éste serían preocupantes: la acusación de, en ese orden, intimidación, encubrimiento y delitos conexos con respecto al asesinato de José Francisco Ruiz Massieu".
Eso ha llevado a que muchos pidan que se enjuicie al ex presidente, y es ya tema en las salas del Congreso mexicano. Incluso senadores del PRI exigen que se abran además líneas de investigación en torno a la posible vinculación de Salinas y José Córdoba Montoya, el enigmático asesor de su sexenio y catalogado como el presidente a la sombra, en el crimen del candidato Luis Donaldo Colosio.
Carlos Salinas de Gortari elevó la voz para hacer escuchar su versión de inocencia sobre los últimos acontecimientos políticos y económicos del país y amenazó con una frustrada huelga de hambre que le. valió la reflexión del ex senador priísta Demetrio Sordi de la Tijera quien dijo que:"Si alguien tenía prohibido usar un arma civil de ese tipo era Carlos Salinas de Gortari; durante su sexenio, cientos de auténticos luchadores sociales recurrieron a esa arma, precisamente para defenderse de las arbitrariedades del presidente y del gobierno".
Entre tanto, la gente al conocer la red de encubrimientos y el valor de la fortuna de un segundón como Mario Ruiz se pregunta a cuánto asciende, entonces, la fortuna del ex mandatario.
Lo malo es que esta crisis de corruptela se presentó precisamente cuando menos lo esperaba el gobierno de Ernesto Zedillo, quien, haciendo de tripas corazón, tiene que sacar adelante al país a tiempo que nadie quiere creer en las instituciones.
En estos escasos tres meses del nuevo gobierno, el eslogan que posicionó a Zedillo como el hombre de México, "El sabe cómo hacerlo", parece sin validez. Al período lo caracterizan decisiones que son sobrepasadas por la realidad y en las que los errores en el manejo de los asuntos y sus posibles soluciones parecen echarle aún más leña al fuego de la profunda crisis de credibilidad de México.
Luego de demostrar hasta la saciedad su estilo vacilante, Zedillo se vio obligado la semana pasada a anunciar su plan económico: bienestar para las familias mexicanas. El anuncio del plan económico que conlleva fuertes impuestos e incrementos en los precios y que para muchos es, a su vez, la certeza de que el destino del pueblo en 1995 es ser 'más pobre que ayer y un poco más rico que mañana'.
El nuevo plan de ajuste económico, que presentó en la noche del jueves el ministro de Hacienda, Guillermo Ortiz, cumple a todas luces con los requisitos de restricción monetaria planteados por el Fondo Monetario Internacional: incremento en los impuestos (IVA 15 por ciento), recorte del gasto (8.9 por ciento), aumenta los precios del petróleo (gasolina 35 por ciento) y las tarifas públicas (gas y electricidad 20 por ciento).
Las cifras resumen la crisis. El valor del dólar pasó de diciembre del 94 de 3.5 nuevos pesos a ocho nuevos pesos por dólar a la fecha. Los intereses que a noviembre del 94 eran del 20.34 por ciento alcanzan hoy un 74.64 por ciento. La inflación proyectada para el presente año se incrementó 10 veces, del 4.2 al 42 por ciento.
Todo ello con el agravante de que la popularidad del líder de los guerrilleros zapatistas crece en proporción directa al desprestigio de la clase política. Si se le suma a eso un ajuste económico de urgencia, debe concluirse que a los mexicanos aún les falta mucho por ver.