Home

Mundo

Artículo

Manifestantes se enfrentas a la policía en Venezuela. | Foto: Manaure Quintero / Amnesty

PROTESTAS

Amnistía Internacional denuncia abusos de la fuerza pública en Venezuela

En un informe presentado este martes por la ONG se denuncian violaciones y abusos de los DD. HH. durante las masivas manifestaciones.

1 de abril de 2014

Casos de tortura, abusos, detenciones arbitrarias y violaciones de derechos humanos contra los ciudadanos venezolanos  fueron denunciados este martes en un informe presentado por Amnistía Internacional. 

Desde que iniciaron las protestas al menos 39 personas han perdido la vida,  más de 559 han resultado heridas y 2.157 detenidos. Entre las víctimas se han reportado manifestantes que se tomaron las calles para mostrar su descontento por la gestión del gobierno, ciudadanos que apoyan el ejecutivo, personas ajenas a las protestas y funcionarios de la fuerza pública.

Al cumplirse casi tres meses desde que empezaron las primeras protestas, el conflicto ha desencadenado un enfrentamiento constante entre grupos de manifestantes que polarizan el país. 

Han sido los frecuentes denuncias las que llevaron a Amnistía Internacional a revelar los abusos y la violación de DD. HH. ante la comunidad internacional. Pidiéndole que tome cartas en el asunto para promover el diálogo entre las partes en conflicto. 

“El gobierno y la oposición deben comprometerse a utilizar medios pacíficos para resolver la crisis política e instruir a sus partidarios que la violencia y la retórica confrontacional que pueda incitar a la violencia no será tolerada. La comunidad internacional, incluyendo los países vecinos, debe fomentar el diálogo constructivo en el país,” dijo Erika Guevara Rosas Directora para las Américas de Amnistía Internacional. 

De acuerdo a lo denunciado a través de 'Venezuela: los derechos humanos en riesgo en medio de protestas' la grave situación por la que atraviesan podría haberse evitado si el gobierno hubiera priorizado la promoción y protección de los derechos humanos; fortalecido las instituciones que sustentan el estado de derecho y combatido los altos índices de criminalidad, así como la proliferación de armas y municiones en manos de la población. 

"El país corre el riesgo de caer en una espiral de violencia si no se toman pasos para llevar a las partes en conflicto a un diálogo. Esto sólo puede ocurrir si ambos lados respetan los derechos humanos y el estado de derecho. Si esto no sucede, el número de víctimas va a continuar creciendo, con personas ordinarias llevándose la peor parte,” dijo Erika Guevara Rosas.

Amnistía Internacional ha recibido decenas de denuncias de torturas y otros tratos crueles inhumanos y degradantes por parte de oficiales de las fuerzas del orden contra detenidos, tanto en el momento de la captura, como durante el traslado y en el centro de detención. De acuerdo al relato los tratos crueles inhumanos y degradantes infligidos parecen tener como objeto castigar a los ciudadanos por su participación, o supuesta participación en las protestas. 

Entre las denuncias recibidas, se incluyen casos de palizas por parte de funcionarios de la fuerzas del orden, con puños, patadas y con objetos contundentes, como cascos, incluso cuando la persona se encontraba restringida en el suelo en el momento de la detención.  

Entre los casos documentados se encuentra la historia de Geraldín Moreno, una estudiante de 23 años de Valencia, estado de Carabobo, quien murió tras recibir un disparo en el ojo durante una protesta el 19 de febrero. 

De acuerdo al testimonio de sus padres y el relato de quienes presenciaron la protesta, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana en motocicleta dispersaron a los manifestantes disparando perdigones de goma. A Geraldín, los perdigones de plástico le penetraron el cerebro pasando por un ojo. Otros manifestantes la llevaron a un hospital cercano, sin embargo las intervenciones quirúrgicas no fueron suficientes para salvarle la vida.  

"Los guardias que hirieron, que dispararon, fue (…) “pam, pam, pam”, se juntaron y se fueron. A ellos no les importó si el herido podía ser trasladado a la clínica. Se juntaron y se fueron. Los perdigones de plástico son para eso, para dispersar. La gente está herida pero realmente no son mortales porque por lo visto [los perdigones] se dispersan"  le relato un pariente de Geraldín a la organización. 

“El gobierno y la oposición deben comprometerse a utilizar medios pacíficos para resolver la crisis política e instruir a sus partidarios que la violencia y la retórica confrontacional que pueda incitar a la violencia no será tolerada. La comunidad internacional, incluyendo los países vecinos, debe fomentar el diálogo constructivo en el país,” agregó Guevara. 

Otro de los testimonios que AI ha hecho público es el de  Daniel Quintero, un estudiante de 21 años quien fue detenido por oficiales de la Guardia Nacional después de haber participado en manifestaciones en contra del gobierno en la ciudad de Maracaibo el 21 de Febrero. Según lo relatado por el joven fue golpeado repetidamente y un comandante de la Guardia Nacional amenazó con quemarlo vivo. 

El informe también incluye denuncias de decenas de periodistas que habrían sido objeto de amenazas, hostigamientos, agresiones y detenciones arbitrarias. Las personas que presentaron sus denuncias no quisieron hacer sus casos públicos. En la mayoría, los hechos se habrían producido cuando los y las profesionales se encontraban cubriendo las protestas. Las denuncias incluyen periodistas y medios de comunicación tanto con una línea editorial crítica al gobierno, como medios estatales.  

Finalmente Amnistía Internacional reconoce el deber de las autoridades de mantener la seguridad y el orden público. Al mismo tiempo, le pide a las autoridades a que se aseguren que los cuerpos policiales bajo su mando para que hagan uso de la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y de manera proporcional. 

Además hace un llamado a la comunidad internacional –OEA, UNASUR- y países vecinos  para que fomenten soluciones respetuosas de los derechos humanos y promuevan el diálogo. 

Una serie de cruces representan las personas que han muerto a un mes del inicio de las protestas, estado Táchira, marzo 2014 / Manaure Quintero Álvarez