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Reproducción de un artista sobre el observatorio Athena. | Foto: ESA

CIENCIA

Athena verá lo que los humanos no podemos ver

Un nuevo observatorio espacial será construido y lanzado al espacio para descifrar los misterios del universo.

7 de julio de 2014

¿Por qué el universo observable es como lo vemos? Esta es la pregunta que busca responder Athena, el nuevo proyecto de la Agencia Espacial Europea. La idea consiste en la construcción de un Observatorio de Rayos X, que estudiará el universo en términos de energía y temperatura, y ayudará a los científicos a responder asuntos claves de la astrofísica.

La Agencia Espacial Europea, ESA por sus siglas en inglés, ha participado ya en otros proyectos de larga escala, como la construcción y operación del telescopio espacial Hubble, en conjunción con la NASA.

El telescopio tendrá un costo de unos 1.000 millones de euros, según reportó el portal español RTVE.es. Su construcción iniciará alrededor del 2019, y su lanzamiento está programado para el 2028. Se llama Athena por sus siglas en inglés: Advanced Telescope for High Energy Astrophysics.

Será el telescopio de rayos X más grande jamás construido, combinando un espejo de estos mismo haces de luz tres metros de diámetro con los más modernos instrumentos científicos.

“Athena será un observatorio de última tecnología que nos permitirá un avance significativo en capacidad científica, en comparación con misiones de rayos X previas, y se ocupará de buscar respuestas a las cuestiones fundamentales de la astrofísica”, declaró el español Álvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración Robótica de ESA.

Los planteamientos de la ciencia estiman que los agujeros negros se esconden en el centro de casi todas las galaxias. Athena observará las emisiones de rayos X de la materia devorada por los agujeros negros justo antes de que esta desaparezca. Esto proveerá de información vital sobre los entornos de gravedad extrema alrededor del agujero negro y sobre la naturaleza del agujero en sí.

Con esta información, los científicos estarán más cerca de comprender el crecimiento de los agujeros negros y la función vital que cumplen en la formación y evolución del universo.

El telescopio será ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en uno de los puntos de Lagrange, ubicaciones orbitales donde un objeto pequeño puede permanecer “estacionado”. Específicamente estará en el L2, donde otros objetos como el Observatorio Espacial Herschel y la sonda Wilkinson Microwave Anisotropy Probe están posicionados.

Con esta herramienta los científicos esperan captar un espectro mayor de información referente al espacio exterior, y mejorar la comprensión del universo que nos rodea.