¿ATRAPADOS SIN SALIDA?

La primera crisis de orden público importante para el presidente Roberto Suazo Córdova, desde que asumió el poder el 27 de enero pasado, le ha sido deparada por el asalto y toma de rehenes por parte del comando "Patria o Muerte" del izquierdista Movimiento de Liberación Popular "Cinchonero", el 17 de septiembre. Una semana después, el operativo guerrillero aún mantenía en su poder a 61 personas, la mayoría empresarios y ministros del gobierno después de haber liberado a 41 de los 102 que ocupaban la sede de la Cámara de Comercio e Industrias de la norteña ciudad de San Pedro de Sula.
Tras el asalto y la subsiguiente escaramuza que estalló ante el intento de las tropas gubernamentales por rescatar a los cautivos, se integró una comisión negociadora con el nuncio apostólico, Andrea Lanza Cordero, el obispo de la ciudad, Jaime Bruffau, y el agregado comercial de Venezuela en Tegucigalpa, Hugo Alvarez. Ante ellos los guerrilleros exigieron la liberación de 60 presos políticos, varios de ellos salvadoreños y guatemaltecos, la derogación de la legislación antiterrorista, el retiro de Honduras de la Comunidad Democrática Centroamericana, la expulsión de los asesores militares extranjeros y el desalojo de las tropas pro somocistas que se encuentran en la zona fronteriza con Nicaragua.
El gobierno calificó de "irreales e imposibles" tales exigencias y adujo que si bien había detenido gran cantidad de extranjeros en las últimas semanas "por estar indocumentados o portar documentos falsos", los había ya deportado. A su vez, una mayoría de diputados del Congreso nacional, dominado por el derechista Partido Liberal, rechazó derogar la ley contra el terrorismo, aprobada en marzo pasado, mientras que otras fuentes políticas sañalaban que Honduras no podía ordenar la expulsión de los asesores militares. Los robeldes dicen que entre tales asesores figuran norteamericanos, chilenos, argentinos e israelíes.
Entre los rehenes más prominentes figuran el ministro de Economía Gustavo Alfaro, el de Hacienda, Arturo Corleto, el presidente del Banco Central, Gonzalo Carias, el presidente de la Asociación de Industriales Pastor Zelaya, y el coronel retirado Miguel Angel García, quien es visto como un "caracterizado anticomunista". A mediados de la semana partidarios del gobierno repudiaron, por las calles de la capital, la acción guerrillera gritando consignas contra Fidel Castro.
Los "Cinchoneros" toman su nombre de un legendario líder campesino Serapio Romero, quien por su oficio de confeccionar cinchas para cabalgaduras fue apodado "Cinchero". El origen de este grupo es una escisión del Partido Comunista hondureño, a mediados de 1979. En ese entonces un sector del PCH radicalizado por la proximidad de la victoria sandinista en Nicaragua, presionó a su dirección hacia una postura clara de apoyo a la lucha nicaraguense. La demora de ese partido en definirse a ese respecto llevó a la escisión del grupo que dirigían Tomás Nativi Gálvez, responsable de las relaciones internacionalesdel PCH y Fidel Martínez, quienes pasaron a formar la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP). Medios izquierdistas hondureños consideran que el grupo "Cinchonero" es el "brazo armado" de la URP. Al parecer, estos dos grupos mantienen estrechos lazos con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) salvadoreño y, en especial, con el veterano líder Cayetano Carpio.
LIBERARON A FACUNDO GUARDADO
La primera acción de fuerza de los Cinchoneros fue ejecutada en febrero de 1981 cuando ocuparon la oficina de la OEA en Tegucigalpa en un acto dirigido contra el régimen militar de esa época al que calificaban de "represivo y corrupto". Días después, el 26 de marzo, capturaron un avión de la línea aérea Sahsa, del expresidente de facto general Oswaldo López Arellano, con 81 pasajeros, logrando la liberación de 8 salvadoreños, entre ellos Facundo Guardado, presidente del Bloque Popular Revolucionario, uno de los 5 grupos guerrilleros que integran el FMLN salvadoreño.
Después de esa operación se creyó que los Cinchoneros habían sido destruidos ante la captura, en abril de 1981, de Nativi y Martínez, quienes permanecen desaparecidos desde entonces.
Serapio Romero es recordado en Honduras por haber encabezado sublevaciones campesinas en 1868 contra el gobierno de José María Medina. Tras combatir con las tropas oficiales cayó prisionero y fue fusilado sumariamente.
Desde el golpe militar del 3 de octubre de 1963, el ejército ha pasado a ser el primer factor de poder en Honduras, un país de los más atrasados de Centroamérica, basado en la producción agropecuaria y el comercio exterior. Este último renglón está orientado hacia el mercado norteamericano, que absorbe el 59% de las exportaciones y controla el 55% de las importaciones del país. La deuda externa supera los 1.500 millones de dólares y el déficit fiscal asciende a los 200 millones de dólares, mientras que la inflación y el desempleo extraoficialmente son estimados en un 20 %. El gobierno espera recibir en estos días 6.3 millones de dólares de los 35 millones contemplados inicialmente en el denominado "Plan Reagan de Ayuda al Caribe". También Honduras ve crecer en estos meses su factura petrolera, la cual es hoy de 125 millones de dólares.