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Vista de la favela Grota donde militares y policías adelantan un operativo contra narcotraficantes. EFE

Aumenta el cerco a las favelas más peligrosas de Río de Janeiro

El ejército de Brasil ha unido fuerzas con la policía de Río de Janeiro para impedir que miembros de bandas de narcotraficantes puedan escapar de las fuerzas del orden.

Alianza BBC
27 de noviembre de 2010

El ministro de Defensa, Nelson Jobim, señaló que se habían desplegado 800 soldados, 10 vehículos blindados y dos helicópteros para establecer un cordón de seguridad en torno a Vila Cruzeiro, en el barrio de Penha, y el Complexo do Alemao, en el norte de la ciudad.

El conflicto entre los narcotraficantes y las autoridades se agudizó tras una ofensiva policial y militar iniciada este jueves cuando unos 500 presuntos miembros del Comando Vermelho huyeron desde Vila Cruzeiro hacia el Complexo do Alemao.

A primeras horas del sábado, las fuerzas de seguridad les ordenaron rendirse a los jefes de algunas bandas, refugiados en un área conocida como Alemao, para evitar un baño de sangre.

Unas 45 personas han muerto en los últimos seis días de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos delictivos.

"Es necesario"

En rueda de prensa, Jobim afirmó que "la confrontación es necesaria para que podamos alcanzar la paz".
 
Por su parte, la organización Amnistía Internacional (AI) solicitó este sábado al gobierno de Brasil que responda de manera proporcionada y dentro de la ley ante la ola de violencia.

"Esta violencia es totalmente inaceptable, pero la respuesta de la policía ha puesto en situación de riesgo a las comunidades", advirtió a través de un comunicado el especialista en Brasil de AI, Patrick Wilcken.

El general Fernando Sardemberg, uno de los comandantes desplegados en Alemao, declaró al diario brasileño O Globo que los soldados estaban rodeando el vecindario para evitar que supuestos pandilleros puedan huir, pero subrayó que no desean hostigar a los residentes locales ni interrumpir el tráfico de automóviles.

Zanan Enio, vocero de las fuerzas militares, dijo que a pesar de que los soldados habían sido víctimas de disparos, no han querido responder al fuego por temor de herir a algún civil.

El masivo despliegue militar se produce un día después de que las autoridades tomaron el control de la zona de Vila Cruzeiro, una medida que el gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, califica de "histórica".
 
Durante años las favelas de Río de Janeiro han sido controladas por bandas armadas, en gran medida de narcotraficantes.

Con la celebración de la Copa Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, las autoridades brasileñas esán preocupadas por la imagen de la ciudad.

Por eso afirman que el programa de pacificación de la ciudad está dirigido a mejorar la seguridad y a devolver el control a las fuerzas policiales.