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"AVANZA LA REGIONALIZACION DE LA GUERRA"

En diálogo con SEMANA, Guillermo Ungo afirma que el Ejército de Honduras está involucrándose en el conflicto salvadoreño.

27 de diciembre de 1982

En cualquier parte del mundo pasaría como un banquero latinoamericano o un frío hombre de negocios. Sin embargo, es el vocero más visible de un conjunto de fuerzas que tratan de derribar por medio de las armas al gobierno de El Salvador. Impecablemente vestido, desarrolla sus ideas sobre las dramáticas realidades de su país, en los términos más sosegados y sin el menor asomo de apasionamiento. Ex presidente de su país en 1975, y ahora presidente del Frente Democrático Revolucionario (FDR), algo así como el ala política del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador (FMLN), Guillermo Manuel Ungo accedió a dialogar con SEMANA sobre los últimos acontecimientos en El Salvador, el martes pasado, durante su estada en Bogotá. El objeto de su visita, nos dijo, fue entrevistarse con el presidente Betancur y con los ex presidentes López y Pastrana para explicarles la situación de su país y de Centroamérica y buscar el apoyo de Colombia para el logro de una solución negociad en EL Salvador.
SEMANA: ¿Qué efectos tuvo la presentación de la propuesta de diálogo del FDR-FMLN?
GUILLERMO UNGO: Mediante un documento, presentado por medio de la Iglesia Católica, le pedimos al gobierno abrir un diálogo con nosotros, no unas negociaciones, que conduzca a un entendimiento que permita a las partes contendientes alcanzar la paz. Dicho texto fue entregado al presidente Magaña, a la Asamblea Constituyente y al ministro de Defensa. A todos ellos, pues el poder en El Salvador es un nudo de contradicciones y disputas por la hegemonía. La respuesta fue la del rechazo público, un día después de que Washington opinara desfavorablemente al respecto. Además, días después de presentar esa propuesta, cinco dirigentes del FDR fueron capturados y torturados, junto con varios dirigentes sindicales.
Durante cinco días el gobierno negó tenerlos. El embajador norteamericano Hinton incluso absolvió de responsabilidad al gobierno. Pero varios días después, ante la presión internacional, el gobierno reconoció que los tenía presos y admitió que los secuestró mediante agentes armados vestidos de civil. Dice ahora que serán procesados como "terroristas, colaboradores del sabotaje económico" y por intento de "derrocar el gobierno".
Sin embargo, la propuesta de diálogo suscitó un debate en la Asamblea Constituyente. La ultraderecha, que dirige D'Aubuisson, lo rechazó, desde luego, pero la Democracia Cristiana y la dereChista Acción Democrática se pronunciaron a favor de él sin negociar poder --aunque no pedimos tal cosa--, pues, segun dijeron, había que ser "responsables y estudiar esa posibilidad". Así pues, nuestra propuesta no perdió vigencia con el rechazo de Washington y de Magaña. Está, por el contrario, en el centro de la vida política salvadoreña.
S.: Se rumora que el sector de D 'Aubuisson se debilita. ¿Es cierto?
G.U.: Aunque sí hay intentos por debilitar al sector D'Aubuisson, esto no les será fácil. Todavía ese sector es fuerte y los cambios militares recientes son simplemente cosméticos. Sólo 9 militares han sido desplazados a otro cargo, ninguno ha sido destituido y a ninguno se lo enjuiciará por los crímenes que les son atribuidos. Por ejemplo, al coronel Nicolás Carranza, quien desde hacía dos años era el subsecretario de Defensa, había pasado a la presidencia de Antel (un equivalente al Telecom colombiano) y ahora ha sido promovido a la presidencia del CEL, la corporación de la energía eléctrica. El coronel Adolfo Blandón, hombre clave de D'Aubuisson, ha sido promovido de la segunda Brigada de Santa Ana, a la primera de infantería de San Salvador.
De otra parte, la ultraderecha sigue siendo fuerte por el masivo apoyo de Reagan, pero este apoyo comienza a ser cuestionado en el propio Congreso norteamericano, con motivo de la certificación sobre derechos humanos en El Salvador que él debe presentar en enero próximo.
S.: ¿Cómo ve la situación militar de este proceso?
G. U.: Para analizar el aspecto militar de la situación hay que entender que las elecciones pasadas fueron de la derecha y para la derecha, donde esas fuerzas tenían que ganar. Fueron elecciones, no para avanzar hacia la paz, sino para legitimar el incremento de ayuda norteamericana tendiente a exterminar al FMLN en el campo militar y destruir al FDR mediante la represión en las ciudades. Pero, contrario a estas previsiones, la guerra se intensificó con un aumento de bajas del régimen y un mayor deterioro de la situación económica.
La estrategia de Estados Unidos en ese momento era la de lograr una salida mediante una guerra de exterminio. Aumentó notablemente su ayuda militar, pasando de 5 millones de dólares en 1980, a 80 millones en el 82. En 1983 será de 120 millones de dólares en solo ayuda militar declarada. Por otra parte, militarizaron a Honduras tratando de convertir a ese país en el gran gendarme del área, avanzando así hacia una regionalización del conflicto.
La campaña militar norteamericana a fines de 1981 había incluido el entrenamiento en El Salvador de dos batallones especiales de despliegue rápido y otro batallón de 1.400 hombres en Estados Unidos, equivalentes a casi el 10% de las fuerzas del gobierno salvadoreño. La estrategia era aniquilar a corto plazo a la guerrilla, la cual era caracterizada como "de grupitos débiles y aislados que no excedían los 5.000 miembros" .
Esos batallones empiezan a actuar y fracasan, lo cual lleva a un cambio de orientación en junio; se trata ahora de derrotar a las fuerzas rebeldes a mediano plazo y la táctica es ir cercándolos y aislándolos, mientras que a nivel político anuncian elecciones para 1984. Esto es escrito en un memorando secreto del secretario de Estado al embajador norteamericano en El Salvador, en el que además pedía "maniobras" para dar la apariencia de que la cuestión de los derechos humanos iba mejorando.
S.: ¿Cuál es su balance de la última ofensiva del FMLN?
G. U.: La ofensiva "Héroes y Mártires" de octubre noviembre demuestra que el FMLN está más fuerte que antes, tiene más movilidad, mayor capacidad de fuego, controla más aéreas, ataca puestos estratégicos del enemigo y avanza en la guerra económica. El Ejército salvadoreño se ha convertido incluso en la principal base de aprovisionamiento logístico del FMLN. Durante la ofensiva reciente le capturaron al enemigo armamento pesado, como 2 morteros de 120 mm, otros dos de 9 mm y hasta cañones de 90 mm, ametralladoras punto 30, y decenas de miles de parque. Además se rindieron al FMLN más de 200 soldados y varios oficiales.
Exceptuando a los oficiales, todos han sido liberados, muchos de ellos con su armamento, ante la Cruz Roja Internacional, cumpliendo así el FMLN con las disposiciones de la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra. Funcionan además dos "Radio Venceremos" en territorio salvadoreño, incluida una en frecuencia modulada, que es interferida por el destroyer norteamericano estacionado en el golfo de Fonseca.
Todo esto demuestra que los esfuerzos del gobierno están fracasando a nivel político y militar. ¿Qué le queda entonces a Estados Unidos? Sólo volver a la estrategia del corto plazo, o sea, a la agresión directa o indirecta a través de Honduras. Pero hay que recordar que Honduras no es Israel, su Ejército no podrá detener el avance de la lucha revolucionaria. Por ello es que el peligro de una participación directa norteamericana es tan grande ahora.
El viaje del presidente Reagan a América Latina es para reafirmar su tozuda estrategia de confrontación. Viajará a Costa Rica y a Honduras donde además de reunirse con los respectivos presidentes, se entrevistará con Ríos Montt, de Guatemala. El peligro señalado también se refleja en el viaje por El Salvador y Honduras del señor Ikle, subsecretario de Defensa norteamericana y del general Nutting, comandante en jefe del Comando Sur norteamerieano con base en Panamá.
S.: ¿Por qué cree que se está dando una regionalización de la guerra salvadoreña?
G. U.: Entre los signos nuevos que indican tal cosa está la participación de tropas hondureñas en el conflicto salvadoreño, con cerca de 3.000 hombres, artillería pesada y unidades helitransportadas. El FMLN reportó haber causado 10 bajas de soldados hondureños recientemente.
Además, comienza a discutirse entre los mandos del Ejército la posibilidad de emplear Napalm. No se ha hecho todavía, pero se ha empezado a discutir su uso. De llegar a ser realidad, sería una responsabilidad del gobierno norteamericano.
Varios gobiernos tienen una actitud receptiva ante nuestra propuesta de diálogo, apoyen o no al FDR-FMLN. Es que les preocupa una escalada de la intervención extranjera en El Salvador.
Saben que mientras Estados Unidos exige la reducción de asesores del área, él mismo se niega a cumplir dos resoluciones de la ONU, una de 1980 y otra de 1981, que prohíbe a los gobiernos abstenerse de proveer ayuda militar a las partes combatientes.
S.: Se dice que el FMLN aún adolece de fallas en su unidad militar...
G. U.: La unidad militar es un proceso. Téngase en cuenta que el FMLN lo integran varias organizaciones y que el Frente comenzó sólo en abril de 1980. Sin embargo, en el Frente se practica el pluralismo y la democracia; es decir, hay debate y acuerdos. Pero un hecho objetivo es indiscutible: las campañas militares demuestran un avance importante en la capacidad de movilización del Frente. Sí hay matices, pero el entendimiento y la coordinación en el nivel político son evidentes. Un ejemplo: la propuesta de diálogo fue respaldada por todos los dirigentes militares y políticos del Frente. No idealizamos desde luego la unidad, pues no pretendemos una unidad total ni una fusión.
UN BALANCE DE OFENSIVA
La rebelde radio "Farabundo Martí" dijo el 22 de noviembre que aviones hondurenos bombardearon el caserío Achichilco, en el norteño departamento de Chalatenanqo, causando bajas entre la población civil. La emisora, que es vocero oficial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dijo que las aeronaves eran A-37 de fabricación norteamericana.
Según la radio, el ataque formó parte de las acciones de apoyo del Ejército hondureno a la fuerza armada de El Salvador, que el pasado sábado culminó una contraofensiva en Chalatenango en una acción dirigida a desalojar a los guerrilleros de los poblados que ocuparon el mes pasado. La emisora declaró, por otra parte, que centenares de campesinos habían huido aterrorizados por la acción de los soldados hondurenos, quienes habrían violado, según la versión rebelde, a un número no determinado de mujeres y matado a 40 personas.
La radio "Farabundo Marti" divulgó un informe de la guerrilla sobre las acciones iniciadas el pasado 10 de octubre. Precisó que los rebeldes se retiraron de las poblaciones ocupadas para evitar un choque frontal con el Ejército y que en los combates de los últimos 40 días el gobierno tuvo 800 bajas entre muertos y heridos. Indicó además que el FMLN había tomado 197 prisioneros, capturando gran cantidad de equipo y armas, y logrando derribar dos helicópteros de fabricación norteamericana y dañar un avión del Ejército.