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| Foto: EFE / Michael Reynolds

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Las palabras que tuvo que tragarse Barack Obama

Esta es la lista de insultos y burlas que el presidente de Estados Unidos le había hecho a su sucesor. Por eso, sorprendió que en la reunión tuvo que retroceder y decir: “Trump es un hombre muy bueno”.

11 de noviembre de 2016

En la cotidianidad se suele decir que nunca hay que olvidar que “el mundo es redondo”. Esa no es una verdad para recordar a Nicolás Copernico, sino un modo de decir que en la vida uno a veces está en un lado pero de repente puede estar en otro. Y eso es precisamente lo que le está pasando a quien hasta hace unos días era el hombre más poderoso del mundo: Barack Obama.

El presidente de los Estados Unidos tuvo que recibir ayer con una enorme sonrisa a uno de sus peores contradictores, pero ahora su sucesor en la Casa Blanca: Donald Trump. Y al final de la reunión sorprendió a la opinión pública con una frase muy elogiosa teniendo en cuenta su pasado: “Trump es un hombre muy bueno”.

Obama nunca le había dado crédito alguno al magnate. Incluso un día antes de las elecciones se burló de él en un tono que no se espera de ningún presidente frente a un candidato que podría reemplazarlo. "No sabe mucho sobre política exterior, política nuclear, la península de Corea... o el mundo en general", dijo en la Cumbre de Seguridad Nuclear realizada en Washington. Agregó que un hombre que había perdido el acceso a su cuenta de Twitter no podía manejar los códigos nucleares de los Estados Unidos.

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El actual presidente explicó a los asistentes a ese evento que el poder de estar en la Casa Blanca frente al arsenal nuclear de los Estados Unidos era tal que "No queremos alguien como él en el Despacho Oval que no pueda entender lo importante que es eso".

El estilo de Obama era así. Nunca contradijo verdaderamente a Trump. Simplemente se burlaba de él. No era la primera vez que lo hacía. El pasado 30 de abril en una cena con periodistas de Estados Unidos el presidente daba pronósticos felices sobre quién sería su reemplazo.  "El próximo año alguien más estará en este podium, y nadie sabe quién será ella", decía entre risas refiriéndose a que no podía existir ninguna posibilidad distinta a que lo reemplazar su secretaria de Estado, Hillary Clinton.

El capítulo de Miss Universo

El presidente se dejó picar la lengua y comenzó a hablar de Trump, cuya candidatura en ese momento muchos veían como un chiste. "No quiero gastar demasiado tiempo con Donald. Siguiendo su ejemplo, quiero mostrar algo de contención", dijo irónicamente.

Pero no mostró ninguna contención. Cuando le preguntaron qué pensaba de la experiencia del magnate para dirigir la política internacional simplemente dijo: "Ha pasado años reuniéndose con líderes de todo el mundo: Miss Suecia, Miss Argentina".  

Como Trump fue el dueño por años del concurso de Miss Universo, todo el auditorio estalló en risa. Minutos después Obama dijo se preguntaba que podría, por ejemplo, estar haciendo el magnate, un hombre adicto a las redes sociales, en ese momento: "¿Está en casa comiéndose un filete Trump y lanzando insultos en Twitter a Angela Merkel?".

Y también lo hizo Michelle…

Mucho peor que Obama, fue su esposa Michelle. Ella no es una mujer que suela echar chistes como su marido, y cuando tuvo la oportunidad se despachó con carácter contra el magnate. Los medios norteamericanos, en especial The New York Times, comenzaron a reportar los casos de numerosas mujeres que alegaban haber sido acosadas sexualmente por Trump. Y Michelle, una reconocida feminista, no calló ante esas denuncias.

La prensa había hecho pública un video con una conversación del candidato republicano hablando en términos lascivos sobre las mujeres. "Cuando eres una estrella, te dejan hacer, puedes hacerles lo que quieras", decía orgulloso.

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Michelle Obama contestó de inmediato: "Esto no fue una conversación de vestuario. Esto fue un poderoso individuo hablando libre y abiertamente sobre su conducta de predador sexual".  La primera dama agregó que "No importa a qué partido pertenezcas -Demócrata, Republicano, independiente-, ninguna mujer merece ser tratada de esa forma. Nadie merece este tipo de abuso", afirmó. Y luego utilizó todo tipo de calificativos: "Esto no es normal. Es vergonzoso. Es intolerable”.

Los Obama de frente y con el aparato de la Casa Blanca detrás apoyaron a Hillary durante toda la campaña. Y por eso, es un hecho que son los segundos perdedores de las elecciones, después de los Clinton.

La histórica cita

Por eso, la opinión pública registra con asombro el giro radical que el presidente de Estados Unidos ha tenido que dar frente al triunfo de Trump.

Como la victoria del magnate se conoció en la madrugada, se sabe que el presidente no lo llamó sino horas después esa mañana. Luego, visiblemente afectado, Obama dio un sentido discurso dándole la bienvenida al magnate.

El primer presidente afroamericano aseguró que la derrotada candidatura de Hillary Clinton fue “histórica”, y le agradeció su "extraordinaria vida" dedicada al servicio público. También afirmó que a nadie le gusta ver perder a su candidato, pero en democracia se aprende de los reveses. "Deseamos todo el éxito a Trump”, concluyó.

Y el jueves, finalmente llegó el momento que seguramente él temía más: el encuentro de ambos en la Casa Blanca. Obama lo recibió de manera muy cordial. No solo dijo que Trump era “un hombre muy bueno”, sino que se ofreció a aconsejarlo. “Si usted triunfa, todo el país triunfa”, le dijo.

Donald Trump dijo en esa reunión que él y el presidente Obama “nunca se habían reunido antes”. La reunión estaba programada para 10 minutos y duró 90. Al final, el presidente le dijo a su sucesor que su prioridad número uno sería facilitar la transición para el nuevo gobierno.  

La cadena Univisión hizo un interesante análisis de lo que no dijeron. “Obama mostró un lenguaje corporal algo acelerado o tenso. Sin sentarse con comodidad, sin relajarse del todo, sin dejar reposar su espalda sobre la butaca, parecía que tenía prisa o que ya había tenido suficiente tiempo con su invitado”.

Sobre Trump dijo que estuvo “encajonado por los reposabrazos de la butaca, mantenía las manos juntas por las yemas de los dedos (en una pose muy característica de él) y escuchaba con atención y asentimiento. El rictus de la cara -y de sus labios en particular- cuando escucha muestra un rostro concentrado y acechante. Esperando su momento. Su manera de escuchar es esperar su turno, que no es lo mismo”.

Un complejo pasado

A pesar del tono imprudente, la verdad es que Obama tampoco tenía muchas razones para ser buena persona con Trump. El magnate tenía una obsesión con demostrar que Obama no podía ser presidente de los Estados Unidos, pues supuestamente no había nacido en el territorio americano.

El magnate dedicó años y quizás miles de dólares a esa búsqueda con el objetivo de demostrar que Obama realmente había nacido en Kenia. Y solo hasta hace unos meses tuvo que aceptar finalmente que se había equivocado.  

Eso no fue todo. El magnate calificó varias veces a Obama en Twitter como el “peor presidente en la historia de los Estados Unidos”, a lo que este le respondió con tono sarcástico, en un programa de humor negro de ese país, “al menos pasaré a la historia como presidente”.

En una entrevista con Fox News el magnate también dijo "creo que (Obama) ha sido un desastre. Ha sido débil, ha sido ineficaz. Estoy convencido de que yo sé mucho más de política exterior que él. Fíjate en Ucrania. Él habla de Ucrania y de lo duro que es con Rusia, mientras tanto ellos se tomaron Crimea".

Y, como si fuera poco, no solo lo criticó a él, sino también a su mujer. Le molestaba profundamente que los Obama apoyaran de forma tan vehemente a Hillary y por eso decía que el país estaba gobernado por “estúpidos” que solo se dedicaban “a hacer campaña”. Otro día agregó que “veo lo mucho que la primera dama le agrada Hillary, pero no fue ella (Michelle) la que una vez dijo que si no puedes cuidar de tu casa, no puedes cuidar de la Casa Blanca o del país”.

Paradójicamente, a Michelle también le tocó reunirse con Melania Trump. El magnate a la salida de la reunión del jueves escribió un trino diciendo. “A Melanie le cayó MUY bien la señora Obama”.