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Ben Laden Segundo

Uno de los hijos mayores de Osama Ben Laden dirige las operaciones de Al Qaeda desde Irán.

20 de octubre de 2003

Una llamada telefónica, una carta y las pesquisas de varias agencias de inteligencia apuntan a que Saad Ben Laden, uno de los hijos mayores del jefe de Al Qaeda, está detrás de los atentados en Riyadh, Arabia Saudita, y Casablanca, Marruecos.

En el caso de Riyadh las investigaciones determinaron que dos días antes del atentado que el 12 de mayo acabó con la vida de 35 personas, Saad se comunicó desde Irán con un integrante de la célula responsable. Según varios altos diplomáticos de Oriente Medio el receptor de la llamada fue luego arrestado en una redada de las autoridades saudíes a militantes islámicos, y reveló la conexión de Saad con el atentado.

Asimismo, recientemente la aerolínea británica British Airways canceló todos sus vuelos al Reino Unido después de que las autoridades saudíes advirtieron de un plan para lanzar un misil a uno de sus aviones. El martes pasado se supo que detrás de ese plan también estaba la red coordinada por Saad. Esto lo descubrieron la CIA y la inteligencia saudita después de capturar a unos sospechosos del atentado de Riyadh y de apoderarse de unos documentos que se encontraban en el automóvil en que se transportaban.

Como si esto fuera poco, a Saad también lo relacionan con el atentado de mayo 16 en Marruecos, que dejó un saldo de 45 muertos. Según filtraciones de inteligencia, en el cuerpo de Yosif Salih Fahd Alayeeri, uno de los 19 terroristas involucrados en el atentado, se halló una carta de Osama Ben Laden que confirmaba la participación de Saad en un macabro plan de ataques sucesivos. ¿Pero de dónde salió este nuevo malvado que parece dirigir el contraataque de Al Qaeda?

Osama Ben Laden tuvo 23 hijos con cinco esposas diferentes, y Saad, que hoy tiene unos 24 años, es fruto de su primer matrimonio con su prima hermana Najwa Ghanem. Según un artículo del diario The Washington Post, Saad estuvo en Afganistán junto a su padre cuando éste era un aliado de la CIA contra la ocupación soviética. En 1989 lo acompañó de vuelta a Arabia Saudita, a Sudán en 1991 y de nuevo a Afganistán en 1996. El diario afirma que Saad se encuentra ahora en Irán protegido por la 'Fuerza de Jerusalén', una oscura milicia extremista al amparo de la élite de clérigos conservadores y sobre la que el presidente Mohammad Khatami no tiene ningún control.

Desde 2002 se habla de Saad como el heredero de su padre. Así, el diario árabe internacional Al-Sharq al-Awsat llegó incluso a asegurar que el liderazgo de la organización terrorista había pasado a manos de Saad. El diario especuló que el cambio en la cúpula se debía a que Ben Laden estaba muerto o herido. Aunque estas afirmaciones resultaron algo exageradas, lo claro es que Saad ha adquirido un lugar destacado en la organización.

El surgimiento de Saad en Irán es grave. Por un lado, el gobierno de Khatami asegura que tiene prisioneros a varios sospechosos de terrorismo. Pero, por otro, Khatami niega que el atentado a Riyadh se haya planeado desde suelo iraní y se niega a extraditar o a identificar a los sospechosos retenidos. A causa de estos mensajes ambiguos el embajador de Arabia Saudita ante Estados Unidos, Bandar bin Sultán, acusó a Teherán de mentir y de negarse a ayudar en las investigaciones contra Al Qaeda.

La revelación de las operaciones de Saad también llega en un momento crítico de las relaciones con Washington, quien acusa a Teherán de albergar a unos 400 terroristas. El Pentágono ha desplegado tropas en la frontera de Irak con Irán y hasta pactó una tregua con los terroristas de la milicia de Al Khalq, quienes buscan tumbar al gobierno iraní. En últimas, la existencia de Saad podría servir de justificación a Washington para escoger a Irán como blanco de su siguiente ataque contra el terrorismo, algo que el presidente estadounidense desea hacer desde que, en su discurso del Estado de la Unión de 2002, incluyó a Irán dentro del 'eje del mal'.